¿Sabías que John Travolta pudo ser Forrest Gump? ¿O Mel Gibson protagonizar Gladiator? A lo largo de la historia de Hollywood se han dado casos muy sonados de renuncias a papeles en las cientos de películas que se graban cada año, pero no todos esas interpretaciones terminan siendo premiadas.
A pesar de que muchos actores han rechazado los papeles de sus vidas, algunos pocos declinaron la única opción de alzarse con un premio Oscar a Mejor actor, actriz o reparto. Incluso grandes artistas, como Sean Connery, han sido considerados gafes en cuanto a rechazar trabajos. Unos pudieron ganarlo en el futuro, otros ya lo traían bajo la chaqueta, pero son tantos que sorprenden. ¿Conocías alguno de estos casos?