Este año ha estado marcado por la gran cantidad de estrenos que se han producido en las plataformas digitales. Sobre todo en HBO donde, a principios de septiembre, se lanzó en exclusiva una creación original de Isabel Coixet, directora de cine y ganadora de varios Premios Goya. Su nueva serie lleva por título Foodie Love, y su trama gira en torno al mundo del amor y la gastronomía.
Más concretamente, la historia trata de una pareja, interpretada por Laia Costa y Guillermo Pfening, que se conocen a través de una popular aplicación para aficionados a la cocina. La pasión por la gastronomía les lleva a citarse en varios restaurantes, donde comienzan a conocerse de una manera más profunda. Algunos de estos establecimientos, testigos de los primeros pasos de su relación, ya no han vuelto a ser los mismos de antes.
Presencia más allá de la frontera
Gran parte de estos bares y cafeterías se encuentran ubicados en Barcelona. La Ciudad Condal significa mucho para la directora de esta nueva serie, ya que Coixet es natural de Sant Adriá de Besòs, una pequeña localidad a poca distancia de la capital catalana. Las otras ubicaciones se distribuyen entre algunos establecimientos de origen continental, principalmente franceses e italianos, como el Château Villeneuve o la Gelateria Ice-Crome.
Estos dos espacios aparecen en los capítulos 7 y 4, respectivamente. El primero de ellos es un hotel situado en la localidad de Montolieu. Su posición y su buena gastronomía lo convierten en un lugar ideal para desconectar y pasar unos días lejos de la ajetreada ciudad. La cocina mediterránea es la especialidad de la casa en cuanto a comida se refiere. El segundo es una heladería enclavada en el centro de la capital italiana, teniendo como principal atractivo sus helados artesanales.
Originalidad como punto de partida
De regreso a Cataluña, uno de los locales más icónicos de la serie es el Espai Joliu. Aunque la mayoría de espacios donde se desarrolla Foodie Love pertenecen a Barcelona, éste cuenta además con un motivo especial: y es que es el lugar donde comienza todo. El Espai Joliu es la localización del primer capítulo de la creación de Isabel Coixet, titulado Solo un Café. El local industrial se ha convertido en uno de los referentes de la capital catalana en la actualidad.
Y es que los dulces caseros y los cafés e infusiones que se sirven están consiguiendo atraer a una importante cantidad de público a este establecimiento de la calle Badajoz. Su decoración, además de contener motivos industriales, alberga un estilo basado en elementos como la madera y las plantas. Este nuevo concepto, diseñado por la propietaria, le ha llevado a alcanzar la exclusividad y a aparecer en una de las series del catálogo de HBO.
Una puerta oculta en el Born
Justo en el siguiente capítulo aparece el Bar Paradiso, uno de los espacios culinarios más ocultos de Barcelona. ¿El motivo? Su acceso se lleva a cabo a través de la nevera de un bar de Pastrami. Para llegar hasta él habrá que desplazarse hasta el mítico barrio del Born, donde se ubica la conocida Catedral de Santa María del Mar.
Entre las especialidades de la casa se encuentran los sándwiches de pastrami. Esta variedad del conocido plato destaca por el uso de carne curada en salmuera y ahumada más tarde. Además de una dilata oferta gastronómica, el Bar Paradiso destaca por sus cócteles de autor, unas creaciones que se pueden degustar única y exclusivamente en este local del centro de Barcelona.
Dos caras opuestas
El octavo episodio cierra la temporada de debut de Foodie Love, la primera ficción española presente en el canal estadounidense. En este caso, son el Soho House y La Pepita los dos locales testigos de las quedadas de ambos protagonistas. El Soho House es un local privado presente en tan sólo 18 ciudades. Allí se puede disfrutar de un buen cóctel y una buena película al mismo tiempo.
Todo lo contrario representa La Pepita, típico local que casi siempre se encuentra abarrotado gracias a las tapas variadas que incluye en su carta. Justo al lado se encuentra La Cava, el lugar idóneo para acudir si en La Pepita ya no queda espacio.