El cine clásico como concepto tiene dos acepciones. La primera hace referencia al tiempo, a esa línea imaginaria que permite ordenar la secuencia de los acontecimientos y ubicarlos en un momento concreto de la Historia. La segunda acepción tiene que ver con la calidad.
En Estados Unidos, donde se encuentra una de las industrias cinematográficas más potentes del mundo, se popularizó el uso del término cine clásico en alusión a las películas que se grababan en estudios con equipamiento y decorados considerados entonces como modernos.
La gran época del cine
Atendiendo a la definición de clásico y en un sentido estricto, el cine clásico sería aquel que se rodó en el momento de mayor plenitud de la manifestación artística cinematográfica. Los críticos coinciden en señalar que la época dorada del largometraje se forjó a mediados del siglo pasado, entre los cincuenta y sesenta.
Pero no hay necesidad de encorsetar producciones que han pasado al recuerdo eterno de la memoria colectiva por sí solas. Ya sea por su trama, su guión, sus actores o su banda sonora. He aquí las mejores películas del cine clásico.
'Lo que el viento se llevó'
Aunque esta película dirigida por Victor Fleming se estrenara en 1939, unos años antes de la mencionada época dorada, entra directa a la lista de las mejores películas del cine clásico por ser una de las primeras superproducciones de Hollywood tal y como se entienden hoy en día.
Ganadora de ocho Premios Oscar, Lo que el viento se llevó es la adaptación a la gran pantalla de una novela del mismo nombre escrita por Margaret Mitchell. El doblaje al español de la historia de Scarlett O´Hara (Vivien Leigh) y Rhett Butler (Clark Gable) ha dejado para el recuerdo grandes frases como: "A Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre".
'Cantando bajo la lluvia'
Entre las mejores películas de todos los tiempos se cuela este musical dirigido por Gene Kelly y Stanley Donen e interpretada por el propio Gene Kelly, Donald O´Connor y Debbie Reynolds. El American Film Institute lo considera el mejor musical del cine estadounidense.
La transición del cine mudo al cine sonoro en la industria cinematográfica sirve de telón de fondo a una historia que avanza al compás de la música y de los pasos de baile de sus protagonistas. Un canto a la alegría que fue número uno en taquilla y recaudó más de 12 millones de dólares.
'Senderos de gloria'
Stanley Kubrick firma, en 1957, esta película antibélica ambientada en la Primera Guerra Mundial y protagonizada por Kirk Douglas. La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos la catalogó como "cultural, histórica y estéticamente significativa".
Senderos de gloria narra cómo altos cargos militares condenan a muerte a tres soldados inocentes y para no asumir su propia culpa en una ataque fallido del ejército francés al alemán para hacerse con una de las posiciones estratégicas más importantes del conflicto armado.
'Con la muete en los talones'
En el año 1959, Alfred Hitchcock estrenaba una de sus películas más aclamadas. Con la muerte en los talones se considera un largometraje de culto dentro del género de la intriga y el espionaje.
El actor Cary Grant da vida a Roger O. Thornhill, un publicista al que unos espías confunden con un agente secreto del gobierno. Un error que cambiará su vida y que, a partir de ese momento, le obliga a ir un paso por delante de la muerte. En la gran pantalla, sus argucias han convertido la cinta en una de las mejores películas del cine clásico.
'Matar a un ruiseñor'
Robert Mulligan se atrevía en 1962 a dirigir esta historia sobre la desigualdad social y los problemas raciales en Estados Unidos. El larometraje es una adaptación de la novela que lleva el mismo nombre y que se publicó dos años antes del estreno de la película.
El libro supuso la consagración de su escritora, Harper Lee, que recibió el Premio Pulitzer por narrar la defensa que el abogado Atticus Finch hace de un joven campesino negro acusado de violar a una chica blanca. Es la misma historia ficticia, aunque con vínculos explícitos con la realidad, tal y como explicó su autora, que se puede ver en el largometraje interpretado por Gregory Peck.