La fundación Return to Order ha pedido que la serie Good Omens sea cancelada y eliminada de Netflix. Una petición que sería como cualquier otra si no fuera porque esta ficción, en realidad, pertenece a Amazon.
La organización pidió a través de la web la firma de todos aquellos que estuvieran de acuerdo con expulsar la serie de televisión de las pantallas y consiguió más de 20.000 apoyos antes de darse cuenta de que estaban llamando a la puerta equivocada, tal como ha adelantado The Guardian.
Ángeles y demonios de 'Good Omens'
Todo este embrollo surge a raíz de la visión que esta fundación americana, de perfil ultraconservador y ultrarreligioso, tiene respecto a Good Omens. La serie es una adaptación de la novela escrita por Terry Pratchett y Neil Gaiman, está coproducida por BBC y Amazon y distribuida por la plataforma de vídeo del gigante tecnológico, Amazon Prime Vídeo. En ella David Tennant encarna a un demonio (Crowley) y Michael Sheen a un ángel (Aziraphale). Ambos colaboran para prevenir la llegada del anticristo y el apocalipsis posterior.
Desde Return to Order, creen que esta ficción hace que "el satanismo parezca normal y aceptable" y asegura que no es admisible que se muestren a ángeles y demonios como "amigos". Otra de las quejas es, por ejemplo, que Dios tenga "voz de mujer" --este personaje está representado solo por la voz en off de Frances McDormand-- y que hay en la serie "grupos de monjas satánicas que crían al anticristo", que no es más que "un niño normal", según la organizadora de la recogida de firmas.