Golpe policial contra una banda que robaba en domicilios. Los Mossos d'Esquadra y el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) han asestado hoy jueves un golpe contra una organización que se dedicaba al allanamiento y robo de viviendas de Barcelona y su conurbación. El grupo habría perpetrado unas 70 entradas a casas particulares en esta zona. Se escondían en el instituto abandonado donde se rodó la serie Merlí de TV3.
Según ha informado la policía autonómica, la operación se encuentra bajo secreto de sumario. Los datos que se conocen son que los agentes han irrumpido esta mañana en el colegio abandonado, que albergaba la institución educativa Menéndez Pidal, situada en el barrio de Sant Genís dels Agudells, en el distrito de Horta-Guinardó de Barcelona. Al parecer, el equipamiento, situado en el número 7 de la calle del Sinaí de la Ciudad Condal, albergaba a varias familias de okupas, además de la banda criminal que habría perpetrado los robos.
200 agentes desplegados
Fuentes policiales consultadas por Europa Press han indicado que hasta 200 agentes participan en el operativo, que se ha llevado a cabo de forma conjunta por la policía autonómica y la nacional. La organización de criminales, de origen georgiano, estaría utilizando el instituto abandonado como vivienda y guarida tras perpetrar los robos en domicilios.
Ubicación del antiguo colegio Menéndez Pidal de Barcelona / Google Maps
Los efectivos policiales los relacionan con al menos 70 entradas ilegales en viviendas de la capital catalana. Aún no ha trascendido si se han producido detenciones, es posible que se produzcan, ya que sobre los sospechosos penden acusaciones de delitos contra el patrimonio.
Cierre imprevisto
Cabe recordar que la institución educativa cerró sus puertas de forma imprevista en 2012, dejando a los alumnos sin escuela y a 45 trabajadores, entre personal docente y administrativo, sin empleo. Los estudiantes tuvieron 24 horas para tramitar la matrícula en un nuevo centro, pues el plazo terminaba con brevedad.
Fundado en 1963, el Menéndez Pidal empezó su caída en 1992, cuando se traspasó el negocio familiar y comenzó a perder alumnado. Tras el cierre, pende sobre el edificio una orden de desalojo, pues además de la banda criminal habitaban en la instalación diversas familias.