Un grupo de especialistas de la Universidad de Otago, en Australia, ha realizado un peculiar estudio en el que se analiza la frecuencia de consumo de alcohol del popular personaje de ficción James Bond. Dicho informe, bautizado con el nombre de Licencia para emborracharse: El alcoholismo de James Bond durante seis décadas, ha sido recientemente publicado en la revista científica The Medical Journal of Australia, donde se ha utilizado este divertido planteamiento para tratar un tema de fondo de gran relevancia para la salud: el abuso de las bebidas alcohólicas.
Según los cálculos de estos investigadores, en las veinticuatro películas que componen la saga desde que se estrenara en el año 1962, el personaje ha bebido un total de 109 copas, lo que se traduce a una media de 4'5 copas por film, aunque en el que más bebe es en Quantum of Solace, donde el personaje llega a tomarse hasta seis cócteles de ginebra y vodka. Después de analizar esta frecuencia los expertos han llegado a la conclusión de que si James Bond existiera en la vida real sería diagnosticado como un alcohólico crónico y tendría serios problemas de salud a causa de sus excesos.
Alcohol para matar a algunas personas
El estudio también ha analizado el nivel máximo de alcohol en sangre del personaje, estimando que es de 0'36 g/dL, suficiente para matar a algunas personas. “Lo clasificamos como un trastorno grave por consumo de alcohol, ya que cumplió con seis de los once criterios del DSM-5 para esta afección”, han afirmado los investigadores.
Ian Fleming, creador de James Bond, murió a la edad de 56 años debido a un ataque al corazón después de una vida llena de excesos en el consumo de alcohol y tabaco. El propio autor es el claro ejemplo de cómo los excesos de su personaje de ficción no son fáciles de soportar en la vida real. Este curioso estudio, sin embargo, no es el primero que se realiza al respecto, sino que existe uno anterior que también analizó el consumo de alcohol de este personaje, pero esta vez en los libros.