Francamente, es una lástima que el rigor histórico aportado por los medievalistas que han colaborado en la serie Comtes. L’origen de Catalunya que acaba de emitir TV3 se vea empañado por pequeñas cuñas propias del relato nacionalista,
Se ve empañado por una interpretación de excesivo componente dramático, muchas lágrimas, mucha epopeya, con una narración de fondo que pretende magnificar en exceso un periodo histórico con la finalidad de buscar ese origen épico de Cataluña cuando ésta ni siquiera existía.
Verdad y mentira
Muchos dirán que se trata simplemente de ficción; evidentemente, así es, pero es una ficción peligrosa porque puede llevar a muchas confusiones. El espectador retendrá visualmente unos personajes, cuyo carácter forma parte de la invención, y será incapaz de separar entre historia y ficción porque, además, esa ficción está apoyada por medievalistas.
Y es ahí, cuando se dificulta discernir entre lo real y el mito, cuando se logra el objetivo pretendido que es magnificar a esos primeros condes y crear un nuevo marco mental con respecto al origen de Cataluña (cuando en ese tiempo todavía no existía, insisto).
Se trata de implantar ese cariz legendario y épico incluido en todos los nacionalismos, pero que es más propio de otros siglos y resulta ya trasnochado. La mezcla de historia con ficción siempre resulta disparatada, pero tras ella siempre hay alguna intencionalidad.