El Hostal La Gavina cumple 85 años sin sucumbir a moderneces y ofertas de compra que habrían despersonalizado este cinco estrellas, que ha tenido como clientes a Elisabeth Taylor, Giscard d’Estaing y Lady Gaga.
Elisabeth Taylor
Situado en S’Agaró, posiblemente el lugar de la Costa Brava que más se ha blindado de las atrocidades urbanísticas cometidas en el litoral mediterráneo, La Gavina se renueva constantemente, pero manteniendo el legado de Josep Ensesa, quien, a principios de los años veinte del siglo pasado, supo ver la potencialidad de esta zona.
Avanzado al boom del turismo, Ensesa convenció a su padre, rico industrial de Girona, para que comprara unos terrenos emplazados entre la bahía de Sant Pol y la plaza de Sa Conca. Junto al arquitecto Rafael Masó, proyectó una colonia armónica con el entorno, inspirada en el diseño británico de principio del siglo XX, cuyas señas de identidad –pórticos, terrazas, tejados bajos-- se conservan en la actualidad.
John Wayne y Josep Ensesa
La primera casa de esta ciudad jardín se inauguró el 24 de julio de 1924. Ocho años después, el 2 de enero de 1932, abrió el Hostal La Gavina con 11 habitaciones. Hoy, este enclave hotelero, situado frente al mar, ofrece 53 habitaciones y 21 suites, todas ellas con su propia decoración.
Hollywood años cincuenta
Ava Gardner y Mario Cabré
Desfilaron por el hostal las principales estrellas de Hollywood de los años cincuenta, como Elisabeth Taylor, protagonista por esas fechas de De repente el último verano; Ava Gardner y su amante, el torero Mario Cabré, que se habían conocido en el rodaje de Pandora y el holandés errante, y Orson Welles, que en esa época dirigía Mr. Arkadin. En todas esas películas aparece la Costa Brava como escenario. Después llegarían Peter Sellers, Sean Connery, Jack Nicholson, Robert de Niro y, más recientemente, Lady Gaga o Santana.
También pasaron por el establecimiento altos mandatarios políticos, como el excanciller británico Selwyn Lloyd; el expremier de Irlanda del Norte Aziz Sedki; el expresidente de la República francesa Valéry Giscard d’Estaing, o los Reyes de España. El mundo cultural tampoco ha resistido el influjo de La Gavina: Salvador Dalí, Josep Pla, Plácido Domingo, Camilo José Cela o Josep Carreras han sido clientes.
Orson Welles
Peter Sellers y Britt Ekland
Ha pasado más de medio siglo desde aquella época dorada, pero el hostal mantiene su esencia, sin sucumbir a la modernidad o a ofertas de compra que habrían despersonalizado el patrimonio de la familia Ensesa.
Hoy, son los cuatro nietos del fundador quienes se ocupan del establecimiento. Lo hacen manteniendo sus respectivas profesiones y gracias a la eficaz dirección de Alberto Depau. "Nuestros principales clientes son franceses, rusos e ingleses. También viene gente de Ucrania y de Holanda", explica Depau.
Lucía Bosé y Luis Miguel Dominguín
Una pareja satisfecha, el alto directivo inesperado, el Aston Martin olvidado
“¿Anécdotas? ¡Miles!”, exclama Júlia Ensesa, nieta del fundador. A ella debe el hostal su exquisito interiorismo. Dedica horas y kilómetros en buscar la pieza más acorde con la decoración de cada dependencia. Aunque se muestra muy discreta respecto a la identidad de sus clientes, recuerda con cariño cómo una pareja de satisfechos alemanes llamó Gavina a su hija.
Su hermano Josep añade otra historia, la del alto directivo de una empresa tecnológica que, defraudado de su escapada a Mónaco, llamó en pleno agosto para reservar habitación. “Fue difícil, es cliente habitual y tuvimos que hacer extrañas combinaciones, pero finalmente pudo hospedarse”, dice. Aunque una de las anécdotas más extravagantes es la de un ricachón del Este que se olvidó su Aston Martin en el aparcamiento.
Club de tenis, spa, tres restaurantes, dos bares, piscina de agua salada o un salón de lectura son algunas de las zonas comunes de La Gavina. Retablos, tapices del siglo XVII, tallas románicas y esculturas de Llimona convierten los pasillos y zonas de descanso en un verdadero museo.
Galería de imágenes
Y frente a este clasicismo, los propietarios han incorporado las últimas tendencias culinarias en el restaurante Candlelight, con el chef Romain Fornell --estrella Michelin para Caelis en Barcelona-- al mando de los fogones. El huevo en su nido con sabayón de trufa con ligera sopa de champiñones, la bouillabaisse de pescado de roca bajo un velo de estragón y emulsión de rouille y la pieza de buey crujiente a la ceniza de sarmiento de viña con reducción de vino del Priorat y crujiente de agria forman parte del menú degustación de esta primavera.
La familia Ensesa también gestiona La Taverna del Mar, que acaba de fichar a Lluís Planas como nuevo chef. Su plato fuerte es la cocina ampurdanesa, aunque mantiene la carta tradicional de este local, con magníficas vistas al mar, situado a pocos metros del Hostal La Gavina. Planas, que creció profesionalmente junto a Arzak, Gaig y en el Celler de Can Roca, ha introducido en la oferta el salteado de puntillas de sepia con alcachofas al vino blanco, una crema de guisantes con cigalas y curri, o el rape con algas y parmentier de patata.