"Pasé del CIE a la Berlinale". Esta es la frase que sintetiza la vida de Abid Hayat (1980), un español de origen pakistaní que se ha colado en el festival internacional de cine de Berlín con un documental sobre su vida en España. Abid es el protagonista de Barcelona Salvaje, un trabajo que opta a premios en la Boddinale, la sección no oficial del prestigioso evento. Hayat, que estuvo en un centro de internamiento de extranjeros (CIE) y en la cárcel, espera que su paso por el festival le ayude a conquistar su sueño: ser actor.
"Llegué a Barcelona hace siete años, procedente de Italia. La vida allí no era fácil. Cuando aterricé en la Ciudad Condal, me di cuenta de que aquí tampoco sería un camino de rosas", confiesa a Crónica Global en un bar del Raval, donde vive con un amigo.
Así fue. Sin papeles, Abid empezó trabajando en una frutería. Después, probó como transportista. La falta de documentación le condenó, y no pudo conservar ninguno de los dos empleos. Finalmente, se dedicó a vender cerveza en la calle, como tantos otros compatriotas.
Encerrado
Poco pensaba Hayat que aquel empleo daría pie a su peor pesadilla. Un día, mientras conversaba con unos rumanos, policías de paisano le arrestaron frente a un cajero. Le acusaron de intentar vender heroína. "Nunca, nunca, nunca hice nada así. Mi abogado dijo que confiara en él, pero a la hora de la verdad, en el juicio, se presentó otro letrado que ni conocía", relata.
En el ínterin, Abid pasó 25 días en el CIE. "Fue un periodo horrible. Cada día temía que viniera a buscarme la policía para deportarme. Por suerte, solicité asilo político y me lo concedieron", explica.
Cárcel
Pese a que consiguió permanecer en el país, debía saldar sus cuentas con la Justicia, fueran éstas justas o injustas. "Durante la vista no entendí nada. Finalmente, me llegó la sentencia: dos años y cuatro meses", indica.
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Este es el tiempo que pasó en la cárcel. Lo repartió en dos estancias en La Modelo y en el centro penitenciario Brians II de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). ¿Cómo fue su experiencia allí? "Dura, claro. Pero trabajé en la lavandería y conseguí ganar el permiso de trabajo", admite.
Apoyo
Fue durante este periodo que el equipo de Barcelona Salvaje, un grupo que retrata la dura vida en las calles del Raval, le dio su apoyo. "Me escribieron cartas. Me dieron apoyo. Nunca se lo podré pagar", relata.
Cuando salió de permiso, los cineastas le avalaron ante las autoridades penitenciarias. Y, finalmente, cuando estaba libre, rodaron un corto de once minutos sobre su periplo.
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¿Fue fácil? "En absoluto. Apenas hablaba español y me daba mucha vergüenza. Pero logramos completarlo", narra.
La 'hermana' pequeña de la Berlinale
La producción de Sergi Sánchez, con el apoyo del estudio Room 101, se visionará en el Boddinale Film Festival, el alter ego comunitario de la Berlinale, el festival internacional de cine de Berlín (Alemania).
¿Qué pasará si gana? "Que cantaré. Como cantaba en la cárcel y canto a menudo para alegrar el corazón. Para que la vida me vaya bien y pueda ser actor, que es mi gran sueño", concluye satisfecho.