Pedro Arjona

Pedro Arjona

Artes

Mis queridos socios: 8/ Pedro Arjona

Arjona tiene una larga carrera como dibujante, y ha pasado también por varias agencias de publicidad. Además, publicó varias cosas en revistas como Bang, Fotogramas, Triunfo, Por favor, La Codorniz o Cuadernos para el diálogo

Publicada

Noticias relacionadas

Tras la publicación de mi tercer álbum con Javier Montesol, Cuando acaba la fiesta (2021), cuya editorial, Almuzara, no se tomó la molestia de promocionar o ni siquiera distribuir y que no obtuvo ni una miserable reseña en ninguna parte, consideré que podía dar por cerrada mi vertiente de guionista de comics.

Tenía un par de proyectos por ahí tirados, pero ni sabía a qué dibujante darle la chapa para que se encargara de ilustrarlos ni le veía la menor lógica a seguir intentando fabricar tebeos en un entorno que no me atrevo a calificar de hostil, pero sí de indiferente.

Tenía más de sesenta años, ¡por el amor de Dios!, ¿y aún quería seguir empeñándome en escribir comics que captaran mínimamente la atención del público? Es más, ¿qué público?

Llovía sobre mojado.

Mi último intento de levantar un largometraje había salido tan mal como los cinco anteriores. Entre eso y lo del álbum con Monte, me sentía poderosamente basureado y con una sensación de fracaso que no le deseo a nadie.

Sí, solo era una percepción (no tengo especiales quejas sobre mis distintas actividades profesionales), pero para los que tendemos a la melancolía esa clase de percepciones suelen ser letales (afortunadamente, duran lo que duran y uno recupera el ánimo: ¿seré bipolar y nadie me ha informado al respecto?).

Así andaba yo, cabizbajo y meditabundo, cuando el dibujante Pedro Arjona (Madrid, 1949) tuvo el detalle de enviarme su nueva novela gráfica, Soy una asesina (Reino de Cordelia, 2024), basada en el thriller de su difunto amigo Carlos Pérez Merinero (Écija, 1950 – Madrid, 2012) Desgracias personales.

Habíamos establecido cierto contacto a través de Facebook y ambos nos llenábamos mutuamente de likes. Soy una asesina me encantó y, sobre todo, me impresionó muy gratamente el dibujo de Pedro, con el que no había tenido ningún contacto durante los años dorados del comic en España, los 80 de El Víbora, Cairo o Madriz.

'Soy una asesina' de Pedro Arjona

'Soy una asesina' de Pedro Arjona

Perfecto para el thriller, con un blanco y negro dramático y casi expresionista, ese dibujo me pareció ideal para esos proyectos que tenía por ahí tirados y que no movía por una mezcla de pereza y sensación de futilidad.

Armándome de valor (me costó lo mío: no quería parecer un pedigüeño), le escribí para proponerle colaborar. Curiosamente, me aseguró que estaba esperando esa oportunidad y que por supuesto que podríamos colaborar.

Estaba liado con un par de proyectos, pero yo le aseguré, lo cual era cierto, que no tenía prisa alguna. Y le pasé esos dos proyectos que tenía acumulando polvo (figuradamente, solo dormían en el ordenador), diciéndole que empezara por el que quisiera. Nos vimos un par de veces, nos contamos la vida por encima y se puso a trabajar en su apartamento de Majadahonda (Madrid).

Pedro Arjona tiene una larga carrera como dibujante, y ha pasado también por varias agencias de publicidad. Entre 1973 y 1984 formó parte del colectivo El Cubri (nombre tomado prestado del cineasta Stanley Kubrick), junto al dibujante Saturio Alonso (que no tardó mucho en darse de baja) y el guionista Felipe Hernández Cava.

El Cubri practicaba un tono político, antifranquista (Pedro había pasado por una agrupación de extrema izquierda, aunque ahora le hablas de Sumar, Podemos y el PSOE de Sánchez y le salen sarpullidos, como a cualquier persona decente) y publicó sus cosas en revistas como Bang, Fotogramas, Triunfo, Por favor, La Codorniz o Cuadernos para el diálogo.

Aparte de El Cubri, el señor Arjona ha fabricado novelas gráficas con otro amigo difunto, el escritor Jorge M. Reverte (Madrid, 1948 – 2021), del que muchos recordamos con sumo agrado sus novelas protagonizadas por el atrabiliario Julio Gálvez.

Reconozco que me hizo mucha ilusión que a Pedro le apeteciera colaborar conmigo. Se ha puesto con uno de mis dos proyectos y hablamos de vez en cuando o intercambiamos whatsapps. O comemos juntos cuando estoy por Madrid, que últimamente es bastante por motivos (sentimentales) que les voy a ahorrar.

No sé muy bien a donde llevará nuestra colaboración, pero me gusta que Pedro me haya dado la oportunidad de no darme de baja del ingrato, pero estimulante, mundo del comic.

Así que en esas ando: tras estar a punto de desahuciarme de los tebeos, vuelvo a estar metido en ellos. Como dice la canción, siempre se vuelve al primer amor, ¿no? Y con esta nota levemente optimista doy por concluida esta historia muy personal de los comics.