El Govern se ha comprometido a destinar parte de los fondos Next Generation para la reconversión del área de las Tres Chimeneas en Sant Adrià del Besòs (Barcelona). Tras la reunión mantenida ayer entre el Ejecutivo catalán y el Ayuntamiento de Barcelona, ambas instituciones acordaron trabajar para reparar el entorno de la antigua central térmica e instalar un hub centrado en la industria audiviosual.
La Generalitat manifestó su voluntad de dar un "impulso definitivo" al espacio con su entrada en el Consorcio del Besòs que preside la concejal Janet Sanz. Esta entidad supramunicipal será la encargada de definir el Plan de Desarrollo Urbanístico (PDU) con que se impulsará este área.
Acuerdo Colau-Govern
Por el momento, no se ha decidido el calendario ni la aportación económica que hará el Govern al consorcio. Tal y como explicó el consejero de Territorio, Jordi Puigneró, todavía se está "decidiendo la participación" del Ejecutivo catalán en la corporación.
En todo caso, el vicepresidente ha prometido que la aprobación del PDU se hará "antes de Semana Santa". Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha celebrado el acuerdo, que permitirá coordinar "recursos, capacidad, visión y consenso para ordenar y hacer las inversiones que merece" el ámbito del Besòs, que ha recordado que cuenta con una población de 900.000 personas.
Deudas acumuladas
El consorcio está en el punto de mira de la Intervención General de Barcelona porque, segúl el organismo fiscalizador, tiene saldos pendientes de cobrar del extinto consejo comarcal por valor de 1,8 millones. En concreto, las deudas ascienden a 1,016 millones correspondientes en 2019 y 828.000 euros de ejercicios anteriores.
A este cuestionamiento del auditor se suman críticas de primeros ediles por la gestión de la institución. Las polémicas cifras de gasto en asesores externos, que son casi dos de cada diez euros que gasta el consorcio, desencadenaron críticas del exalcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, y Sant Adrià de Besòs, Joan Callau, además de Núria Parlon, primera edil de Santa Coloma de Gramenet. Todos ellos se quejaron en el pasado de la ejecutoria de la número dos de Colau.