Más de una treintena de nuevos kilómetros para el carril bici. Esta es la cifra que se baraja para la ampliación de estas vías solo aptas para bicicletas y que Barcelona estrenará de aquí hasta el año 2023. Se trata del proyecto de urbanismo sostenible que el ayuntamiento de la ciudad presentó hace unas semanas y en el que también se incluye, además de esta ampliación, una mejora de una parte de los carriles ya existentes en la ciudad. Algo menos de 12 kilómetros se acondicionarán, para ser exactos.
Con esta nueva actuación municipal y de aquí a algo menos de dos años, la capital catalana tendrá en total más de 272 kilómetros perfectamente adaptados de vías para todas aquellas personas que eligen moverse en dos ruedas y dejar la moto o el coche aparcado en casa. Una apuesta por una movilidad más sostenible, saludable y menos contaminante para desplazarse por la ciudad que se ha usado como elemento de márketing del consistorio.
Actuación por zonas
Entre las principales arterias que se verán mejoradas en este sentido destacan el paseo Maragall para, de esta manera, conectar los carriles para bicicletas que ya existen en las calles Industria, Sant Antoni Maria Claret, Teodoro Llorente y Olesa. De la misma manera se hará una actuación complementaria en la zona de Còrsega, entre Freser y Castillejos. Pero hay más tramos que tendrán mejoras en este sentido. Es el caso de la Via Augusta en dos fases: el tramo entre Laforja y Ganduxer primero y, más tarde, desde Ganduxer hasta el paseo Bonanova.
Pero aquí no queda la cosa por parte del consistorio barcelonés ya que este plan de movilidad sostenible se extenderá por el paseo de Fabra y Puig entre la avenida Meridiana y Virrei Amat; la calle Escòcia entre Arnau d'Oms y la avenida Meridiana, así como en el eje Independencia-Badajoz. Todo ello configurará un recorrido que discurrirá hasta el Hospital de Sant Pau pasando por la plaza de las Glòries. Algo similar a lo que se hará en la calle Mallorca, Joan de Borbó, Travessera de les Corts entre Numància y Joan Güell y la avenida Roma entre las calles Tarragona y València en la zona de les Corts.
Continuidad de las ya existentes
Como ya avanzaron desde el propio Ejecutivo local, además de dar vía libre a estos nuevos trazados se trabajará en la continuidad de algunos de los que ya existen. Este es el caso de los ubicados en la ronda Guinardó entre Vinyals y Cartagena; la calle Manso entre Ronda Sant Pau y avenida Paral·lel Ronda Sant Pere entre Girona y Roger de Llúria; la calle de Sants entre Riera Blanca y Arizala; González Tablas con avenida Diagonal, y la avenida Vallcarca entre Lesseps y el Viaducte de Vallcarca.
En este sentido, y para conectar el casco antiguo de Ciutat Vella con el paseo de Gràcia y Rambla de Catalunya, así como para dar continuidad al carril de Ronda Sant Pere, se han proyectado nuevos trazados en la plaza Catalunya. Algo parecido a lo que se llevará a cabo en el cruce de la avenida Josep Tarradellas con las calles Berlín, Entença y París donde la idea es mejorar la seguridad tanto de ciclistas como de los que van a pie con la implantación de distintos tramos de carril bici unidireccionales.
Carriles bici a la calzada
Esta es otra de las ideas que se persigue con este programa de movilidad y urbanismo. Por eso, en algo más de ocho kilómetros de la red actual de carriles bici se harán una decena de actuaciones para que éstos se ubiquen a ras de calzada ya que todavía a día de hoy discurren por la acera. Es el caso de los que se localizan en la avenida Diagonal y Gran Via de les Corts Catalanes.
Por último, merece la pena destacar otros tramos que se engloban dentro de proyectos de reurbanización como la conexión del tranvía por la Diagonal, la calle Pi i Maragall, los alrededores de la escuela Casas, la zona de la Canòpia de las Glòries y las reformas de la Meridiana y la Via Laietana. Todo ello, para dar respuesta a la creciente demanda de vecinos y visitantes que usan la bicicleta para sus desplazamientos.
Las bondades de las dos ruedas
No solo en un plano medioambiental, sino que usar la bicicleta para algo más que para un rato de ocio (por ejemplo, para ir a trabajar, de compras o para quedar con amigos o familiares) trae numerosos beneficios de lo más saludables para sus usuarios. Y es que las dos ruedas no solo favorece a la hora de bajar de peso y armonizar la silueta, sino que esta actividad física reduce los niveles de estrés, fortalece la musculatura de las rodillas sin que haya un mayor impacto en el cuerpo y tonifica las piernas. Una buena lista de beneficios que se unen al hecho de que también es bueno para la salud del planeta. Por cada tres kilómetros en bici, se ahorra 1 kilo de CO².