¿Cómo se pueden transformar las ciudades? Para responder a esta pregunta, el BNEW ha invitado a Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín, la primera de tres casos de éxito de ciudades internacionales que se analizarán en el evento --las otras son París y Tokio-- como parte del programa Barcelona 4.0 para tratar de encontrar posibles líneas de acción para lograr avances también en la capital catalana.
La transformación de Medellín ha sido escudriñada por el exalcalde junto a Pere Navarro, delegado del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, Xavier Güell, director en Barcelona de la consultora inmobiliaria CBRE, y Alfonso Vegara, presidente de Fundación Metrópoli, por el interés que generan los rápidos avances en cuanto a los problemas sociales que sufría la urbe.
De la violencia al desarrollo
De hecho, Medellín “pasó de ser una de las ciudades más violentas del mundo a una de las más innovadoras”, en palabras del propio Gutiérrez, actualmente candidato presidencial en Colombia. De una metrópolis que superó los 46.000 homicidios, con una fuerte presencia de la mafia, a un ejemplo de desarrollo para muchas otras ciudades
“La innovación, la ciencia y la tecnología fue transformando nuestra ciudad con mejores oportunidades y mejor trabajo”, ha señalado el exalcalde, que también ha apuntado a otras “fórmulas certeras para el desarrollo” como la mejora en el transporte público, la inversión en barrios de menores rentas, la colaboración entre instituciones y empresas privadas y los consensos políticos y sociales: “La seguridad, la salud, la educación… no es de izquierdas ni derechas. Es un derecho y hay que garantizarlo”, ha asegurado.
Planificación consensuada
Pere Navarro ha felicitado a Gutiérrez y ha identificado como elementos del caso de Medellín aplicables a Barcelona “la planificación estratégica basada en el consenso”, algo “que tenemos que aprender en Barcelona” y que ha considera “fundamental”, además de la constatación de que “la agenda social está por encima de la política”.
Vegara ha añadido que en Barcelona “necesitamos un proyecto de ciudad con ese nivel de ambición, no solo pensando en la transformación física sino en la transformación integral de la sociedad”. Desde CBRE, Güell ha subrayado que Medellín era “una ciudad sin rumbo”, pero consiguió hacer los cambios necesarios para pasar “a ser un ejemplo para progresar”, y ha reflexionado en la importancia de analizar los casos de excelencia de las ciudades, ya que según él adoptarán un mayor protagonismo que los países y “las ciudades que más talento capten son las que van a liderar el futuro”.