Hace cien años, el aumento del nivel del mar era de unos 10 centímetros cada siglo. Una media que en las últimas décadas se ha incrementado hasta el doble como consecuencia de los estragos del cambio climático. La liberación en la atmósfera de ingentes cantidades de gases que atrapan el calor, hace que la temperatura de la Tierra suba. Los océanos absorben ese aumento del calor terrestre y el agua se dilata.
Este hecho, unido al deshielo de los glaciares y casquetes polares, hace que el nivel del mar se eleve cada año más. A este ritmo, en unos años (antes de que se cumpla un siglo) algunas ciudades estarán sumergidas bajo el agua debido a este deterioro ambiental que sufre la Tierra. Es el caso de urbes como Venecia, Tokio o Nueva Orleans, entre otras muchas.
En peligro de desaparecer
Venecia podría desaparecer del mapa. Esto es lo que se teme que ocurrirá con la visitada ciudad italiana que ve cómo cada año el nivel del agua que pasa por sus canales se incrementa. A esto, hay que añadir que se trata de uno de los destinos turísticos más importantes de todo el mundo y eso hace que se acelere ese daño ambiental.
¿Las consecuencias? Que esta pintoresca ciudad surgida de una laguna del Mar Adriático, con el tiempo sucumba a las inundaciones cada vez más frecuentes que impacten en un hundimiento de los cimientos de sus edificios. Una idea para evitarlo fue la proyección y construcción de un impresionante dique que sirviera en un futuro para aislar las islas de la lagua. No obstante, esta instalación no solo se hizo con más de una década de retraso, sino que en sus primeros usos ha demostrado que no funciona del todo bien.
La urbe más poblada
Un escenario poco esperanzador es el que parece que le espera también a la metrópoli más poblada del mundo, si las previsiones se cumplen y no mejora la situación actual. Como ocurre con Venecia, en el caso de Tokio, la ciudad se levantó ganando terreno al mar. Cabe añadir, además, que se encuentra rodeada de ríos y a orillas de una bahía.
El descontrol climático ha hecho que en los últimos años sean cada vez más frecuentes las inundaciones. Hasta el punto de que sus playas corren el riesgo de quedar sumergidas en unas cuatro décadas.
San Petersburgo
San Petersburgo es la ciudad más poblada de Rusia con más de 5 millones de habitantes. Una mega urbe de dimensiones importantes que también se encuentra a merced del cambio climático. Concretamente, esta localidad se expone de manera frecuente a las tormentas procedentes del Mar Báltico, por las que se construyó un dique de 26 kilómetros para intentar frenar las inundaciones derivadas de ello.
No obstante, todo indica que esta medida resulta todavía insuficiente. La ciudad rusa está, como añadido, ubicada en un terreno bastante frágil junto al delta del río Neva.
La capital de Indonesia
Jakarta es otra de las ciudades que aparecen en esta lista de posibles urbes que dentro de 80 años verían cómo el agua es capaz de sumergirlas. Además, en el caso de la capital asiática, tiene el dramático récord de ser la ciudad que más rápido se está hundiendo de todo el mundo. Las zonas más afectadas de Jakarta pierden cada año una media de 25 centímetros como consecuencia de las inundaciones que la asolan. Esto se produce, en parte, por la existencia de una docena de ríos que atraviesan la metrópoli.
Además de su peculiar orografía, Jakarta se asienta sobre un terreno pantanoso e inestable que contribuye a la pérdida de territorio de la urbe. Actualmente, el 40% de la ciudad está por debajo del nivel del mar. Es importante mencionar un problema añadido en este sentido: la necesidad de agua limpia por parte de sus habitantes. Menos de la mitad de su población tiene acceso diario a agua potable y canalizada por lo que cada día aparecen de forma ilegal nuevos pozos y bombas de agua que empeoran todavía más esta crisis climática.
La ciudad del jazz
Si en Estados Unidos hay una ciudad vibrante, alegre y bulliciosa esa es Nueva Orleans, la cuna del jazz. No obstante, ese ambiente festivo no puede hacer frente a los huracanes y tormentas tropicales que cada cierto tiempo azotan la zona, localizada en el delta del famoso río Mississippi.
Este tipo de fenómenos medioambientales se han producido en la actualidad. De hecho, basta con rememorar agosto de 2005 cuando se produjo el huracán Katrina. La fuerza de la naturaleza hizo que se llevara por delante la vida de cerca de 3.000 personas, además de provocar cuantiosos daños materiales y la evacuación de 25.000 vecinos que lo perdieron todo.