Grupo Tragaluz ha vuelto a impugnar el intento de compra de parte del frente marítimo de Barcelona por parte de Archer Hotel Capital, dueño del Hotel Arts. El grupo de restauración se ha unido al centro comercial y a un inversor internacional para detener la asignación del 50% de los lotes al propietario del cinco estrellas gran lujo.
Lo consigna el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) de hoy, que da cuenta de un nuevo recurso entrado ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) contra la enajenación de 13 de los 26 lotes que el Ministerio de Hacienda subastó en octubre de 2020, y que se quedó, en su mayoría, Archer Hotel por medio de una filial, Hovisa, como explicó Crónica Global.
Segunda impugnación
Ahora, Tragaluz, con presencia en la zona por medio del restaurante Bestial y diversos locales alquilados a terceros, recurre a los tribunales para evitar que el dueño del Hotel Arts se quede con los valiosos metros cuadrados situados a primera línea de mar y eche a los actuales operadores para construir una marina de alto nivel.
La compañía de restauración une fuerzas con Inmuebles Marina Village, operador del centro comercial situado junto al Arts, y con Pouni 185, un inversor privado con espacio comercial situado en, también, el final de la calle Marina. El escrito es el segundo presentado contra la subasta después de la primera impugnación presentada contra los pliegos de la misma, y que avanzó este medio.
"Necesitan recurrir cada acto administrativo"
Fuentes legales han explicado a Crónica Global que el nuevo recurso judicial contra la compra de parte del frente litoral de Barcelona por parte del vehículo de inversión, formado a su vez por las gestores de fondos soberanos AGP de Holanda y GIC de Singapur, responde a la "necesidad de impugnar cada acto administrativo". Ello persigue que gripe el proceso de compra, algo que no está claro que ocurra.
Lo que sí es factual es que al menos dos operadores situados en la zona, Pachá y Moncho's, pujarán para quedarse con los locales donde operan activando el derecho de adquisición preferente. Con ello se sitúan estratégicamente en el interior de la futura marina de compras y juego que proyectaba el propietario del Arts, y que no será tal, pues el dueño del cinco estrellas quería a todos los operadores fuera.