En Girona existen auténticas joyas, algunas bastantes desconocidas, que pueden ser un plan estupendo tanto para visitantes como para residentes. Conocer más acerca de la ciudad en la que se vive o la que se ha elegido para pasar unas vacaciones siempre es una buena idea y los espacios como la Casa Masó de Girona es un buen ejemplo de ello. No es tan conocida, ni mucho menos, como la muralla de la propia ciudad, pero bien merece la pena una visita para conocer, de primera mano, un pedacito de la historia de este lugar.
La Casa Masó es propiedad del Ayuntamiento y está gestionada por la Fundación Rafael Masó. Sus precios son bastantes asequibles, tienen visitas todos los días de la semana y, por supuesto, actualmente cumplen con todas las medidas sanitarias y de higiene para frenar la expansión del virus y evitar los contagios. Además, también contemplan la opción de realizar visitas virtuales y visitas educativas. Se pueden encontrar piezas únicas de pintura, escultura, fotografía, cerámica y mucho más.
Historia
Para quien todavía no la conozca, la Casa Masó es la casa donde nació Rafael Masó. Se trata de una de las personas más influyentes de la historia catalana. A este arquitecto del siglo XIX se le considera precursor del novecentismo y trabajó principalmente en Girona, por eso, se guardan tantas obras suyas. Era el arquitecto preferido de la burguesía de la época, pero, además, también trabajó como escritor y fue regidor en el Ayuntamiento. Algunas de sus obras más conocidas fue la urbanización de S’Agaró, importantísima hoy en día en la Costa Brava.
Esta casa se ha convertido en un lugar de culto no solo para los amantes de la obra de Rafael Masó, también para los amantes de la historia, la cultura y el arte, que quieran descubrir en un único espacio piezas con un gran valor histórico y artístico. Actualmente, la Casa Masó se conserva con el mobiliario y la decoración de la época. También ofrece vistas preciosas de la ciudad, por lo que merece la pena asomarse a sus ventanales y contemplar la Girona que Rafael Masó proyectó hace ya un siglo.
Piezas y recorridos
Hay varias formas de visitar la Casa Masó. Lo más habitual es reservar espacio en una visita guiada, una visita educativa o incluso a modo virtual. En este lugar se pueden admirar piezas de pintura, dibujo, grabados, escultura, fotografía, vidrio, cerámica, textil, herramientas, mobiliario, metal y todo tipo de utensilios que se utilizaron entre el siglo XVII y el siglo XX. Esta casa familiar está trabajando en incluir todo el catálogo de piezas en su página web para que así sea accesible desde cualquier parte del mundo.
El espacio que ocupa este lugar es el resultado de la unión de cuatro casas disponibles por la familia en el siglo XIX y siglo XX. La última reconstrucción que realizó Rafael Masó en el año 1919 es la que se conserva a día de hoy. Si se visita de forma presencial, merece la pena darle la importancia que merece al edificio, además de las piezas expuestas, con especial interés en la tribuna del tercer piso o los bajos, donde se imprimía el Diario de Girona, ya que en este lugar se estableció la Imprenta Masó.
Horarios, tarifas y dirección
La Casa Masó permanece abierta de lunes a domingo, con excepción de festivos locales y nacionales, momento en el que cierra sus puertas para descanso del personal. Antes de acudir, es necesario llamar para reservar, ya que las visitas tienen un número limitado de personas y, además, se pueden modificar horarios en función de la demanda existente en un día o momento concreto. El horario de oficina para solicitar información es de martes a viernes de 10 de la mañana a 6 de la tarde.
En cuanto a las tarifas, la entrada general tiene un precio de 6 euros. Se pueden obtener descuentos en diferentes casos: 5 euros para los portadores del Carnet Joven, 3 euros para familia numerosa, discapacitados, estudiantes, pensionistas, voluntariado por la lengua, tarjeta Girona cultura, jubilados y parados. También puede ser gratis para menores de 16 años. La dirección del lugar es carrer de les Ballesteries, 29, en pleno casco viejo de la ciudad.