Hablar de Leica es hablar de la historia del siglo XX. La aparición de la primera cámara compacta para película de 35 mm, hace ya más de 100 años, transformó radicalmente el mundo de la fotografía. Su reducido tamaño y peso y un sencillo manejo añadió dinamismo a esta incipiente disciplina que se vuelve más inmediata, más próxima y mucho más ágil.
Con ella nace la fotografía documental. La legendaria marca, protagonista necesaria de la época dorada del fotoperiodismo, compartió trayectoria y registró los acontecimientos que marcaron los convulsos años de la pasada centuria. Las imágenes abren las portadas de los periódicos mostrando al público una realidad sin filtros, veraz. Pero también fue herramienta indispensable de “propaganda”, instrumento para la creación artística, el ojo espontáneo de la moda y, por encima de todo, la responsable de un renovado lenguaje visual. Un cambio de paradigma. Henri Cartier-Bresson, uno de los padres del fotoperiodismo, dijo en alguna ocasión: “La cámara es la prolongación de mi ojo”. Su ojo era su inseparable Leica.
Los orígenes
Mucho ha llovido desde los primeros modelos hasta Q2 y SL2, los últimos lanzamientos. Sus orígenes se remontan a 1914, cuando Oskar Barnack, ingeniero de la empresa alemana de microscopios Leitz, con sede en la ciudad de Wetzlar, y gran aficionado a la fotografía, decidió diseñar un aparato ligero, fácil de transportar y eficiente. Hasta la fecha, los voluminosos equipos de placas de una sola toma dificultaban mucho el trabajo, sobre todo en exteriores.
Con ese objetivo en mente se puso manos a la obra. En pocos años consiguió reducir el tamaño y el peso de estos aparatosos objetos y mermar de forma considerable el formato de la película utilizada. El primer prototipo llamado Ur-Leica, aquí conocida como Leica original, colmó todas las expectativas de Barnack. La colaboración del diseñador óptico Max Berek fue decisiva para lograr una extraordinaria calidad en las fotografías. El mismísimo Ernst Leitz II, hijo del fundador, viajó con uno de las unidades de prueba a Nueva York en 1914 y ese mismo año, muy satisfecho con los magníficos resultados, registró la patente.
Tras el dramático paréntesis que supuso el estallido de la I Guerra Mundial, en la primavera de 1925, se presentó en Leipzig la Leica I modelo A, la primera fabricada en serie. Esa fue su puesta de largo y acto seguido comenzó su comercialización. Ese hito supuso un punto de inflexión que cambiaría definitivamente el curso de esta disciplina emergente, democratizándola. A partir de ahí, la fotografía tomaría las calles y transformaría nuestra forma de ver el mundo.
Grandes maestros e icónicas fotografías
La icónica marca es del mismo modo inherente a los grandes nombres de la fotografía: Cartier-Bresson, Gerda Taro, Robert Capa, Alberto Korda, Ramon Masats, Alexander Rodtschenko, Robert Doisneau, Sebãstiao Salgado, Elisabeth Hase, Nick Ut, Vivian Maier, Inge Morath, Fred Herzog, Alberto García-Alix… la lista es muy extensa. Incluso el propio Oskar Barnack capturó con su invento algunos acontecimientos que rodearon su vida, ejerciendo de reportero gráfico cuando el oficio ni siquiera existía.
Míticas fotografías como Muerte de un miliciano, el Beso de Times Square, La niña del napalm o el famoso Retrato del Che Guevara, por solo citar algunas de ellas, están inexorablemente grabadas en nuestra retina. “La memoria no filma, la memoria fotografía”, decía Milan Kundera. La fotografía artística igualmente es deudora de la legendaria cámara: Otto Stteinert, Herbert List, André Kertész o el mismísimo Cartier-Bresson imprimían en sus trabajos una mirada claramente estética.
Su estreno en España
En septiembre, la firma alemana abrió sus puertas en pleno barrio de Salamanca (Ortega y Gasset 34), su primera y de momento única Leica Store en nuestro país. Un espacio consagrado al universo fotográfico que, además de tienda, cuenta también con una sala de exposiciones y donde se imparten talleres y conferencias. El fotógrafo estadounidense Steve McCurry, autor de la mundialmente conocida fotografía de La niña afgana, estrenó la Leica Gallery con una muestra que recoge uno de sus últimos trabajos en China y sus ya clásicos retratos.
En febrero será el turno de Adriana Zehbrauskas. La reputada fotógrafa documentalista exhibirá Tepito, Barrio Bravo, una serie de imágenes que son el resultado de dos años en un barrio en Ciudad de México.