La historia del cómic está marcada por la incomprensión de un tipo de arte que en muchas ocasiones se tilda de “infantil” o se le achaca falta de calidad para convertirse en algo 'serio'. Nada más lejos de la realidad, la novela gráfica se ha consolidado como uno de los géneros más interesantes para descubrir a autores de una excelsa calidad, tanto en la historia como en el trazo.
Porque precisamente ahí radica la magia de este tipo de contenidos. El lector no sólo se enfrenta a una historia que atrapa y que no le permite dejar de leer, sino que la trama se acompaña con una mirada a la realidad que únicamente su autor puede aportar. Una ventana abierta a la visión de genios del dibujo que han querido transgredir las barreras entre cómic y obra de arte. Para muestra, tres ejemplos muy recomendables.
'El Incal'
Hablar de arte y cómic en la misma palabra remite, irremediablemente, a Jean Giraud, Moebius para los amigos. El genio francés es uno de los ilustradores europeos más importantes de la historia (si no el que más) y también uno de los más prolíficos. Pero sin duda su obra cumbre fue El Incal, también conocida como La Saga de los Incales o Las Aventuras de John Difool. Una serie de historietas publicadas entre 1980 y 1988, que hace poco fueron reeditadas por las editoriales barcelonesas Blackie Books y Norma Editorial.
En esta novela gráfica, la europea más vendida de la historia, la trama la construye Moebius junto al escritor y guionista chileno Alejandro Jodorowsky. El resultado es un cómic de una belleza sublime que sumerge en una historia de ciencia ficción que cuestiona todo lo establecido y que traslada al lector a un universo único. Allí, el detective Difool, acompañado de su fiel pájaro parlante, tendrá que viajar por mundos mágicos guiado por El Incal, un objeto de incalculable valor que ambicionan los seres más poderosos de la galaxia. Una historia que viaja entre los terrenos más filosóficos del ser humano y los reviste del imaginario sorprendente de Giraud.
'Maus'
En el terreno de la novela gráfica basada en hechos históricos, el gran referente es Maus, la obra cumbre de Art Spiegelman. El dibujante estadounidense quiso plasmar en Maus: Relato de un superviviente, los estragos del nazismo y de la Segunda Guerra Mundial dibujando a los distintos pueblos que participan en el relato como animales: los judíos como ratones, los nazis como gatos y los polacos como cerdos.
Con un trazo que recuerda a los dibujantes más clásicos y siempre en blanco y negro, esta novela gráfica cuenta con fuentes de primera mano, las del padre de Spiegelman, judío y superviviente del Holocausto, que adentran al lector en una época que conviene conocer para que no se vuelva a repetir.
'V de Vendetta'
Avanzando un poco más hacia la actualidad, el gran referente del tiempo actual en cuanto a novela gráfica es Alan Moore. El británico se alió a finales de los años 90 con el ilustrador David Lloyd para crear otra de las obras maestras que todo amante de los cómics debería conocer: V de Vendetta. Una historia tan popular que acabó llevándose al cine como una suerte de cinta de superhéroes.
Sin embargo, la trama de V de Vendetta es mucho más profunda que una simple 'película de palomitas' y apunta directamente contra el actual sistema político y las consecuencias que tendría una auténtica rebelión de los ciudadanos para derrocarlo. En la novela, el protagonista Guy Fawkes es un revolucionario superhéroe enmascarado que lucha contra un estado totalitario e insta a la sociedad a levantarse contra la opresión del gobierno.