Un policía nacional, que se encontraba fuera de servicio, rescató el pasado fin de semana a un joven que se había precipitado desde una altura de diez metros a una zona rocosa de la cala de Dénia, Alicante. El joven se hacía fotografías cuando cayó.
El agente descubrió lo sucedido porque encontró a la acompañante del joven muy nerviosa y en busca de ayuda. La víctima se había fracturado los dos brazos y tenía heridas en diferentes partes del cuerpo.
El agente consiguió bajar a la zona donde había caído y ponerlo a salvo en una posición segura para evitar que se ahogase. El joven se encontraba semiinconsciente y en estado de shock. El policía mandó a su hermana llamar a los servicios de emergencia y explicarles la situación.