Banksy, leyenda urbana

¿Qué es el arte? ¿Es lícito cometer delitos en su nombre? Y, sobre todo ¿quién es Banksy? Es difícil responder a esas preguntas, especialmente la que hace referencia al famoso grafitero, hilo conductor del libro Banksy, el arte rompe las reglas (Editorial Mediterránea), escrito por Hettie Bingham. El primero que se traduce al español sobre la vida y obra del misterioso artista callejero.

banksy quien es

¿Quién es Banksy?

Hay muchas teorías sobre quién se esconde detrás de esa firma, ya icónica, convertida en símbolo de la protesta y del activismo británico. ¿Es una mujer? ¿Un hombre? ¿Un colectivo?

Lo cierto es que las obras de Bansky están valoradas en millones de libras. Y que, muy probablemente, tienen su origen en Bristol, aunque a partir del año 2000 se extendió a Los Ángeles, Londres y Gaza. El disco de Blur Think Tank lleva el sello de Banksy. Y la Tate Britain fue protagonista de unas de las anécdotas más famosas del grafitero, quien logró pegar en una de las paredes del museo una de sus obras sin que nadie se diera cuenta. El cuadro no fue descubierto hasta que se cayó al suelo. La Tate Britain hizo público un ingenioso comunicado: “Un hombre se ha dejado un objeto personal en una de las galerías” que “se puede encontrar en objetos perdidos”.

Uso comercial no autorizado

En ocasiones, el artista ha acudido en ayuda de entidades sociales con apuros económicos cediendo una de sus obras. Pero también ha sido constante el uso comercial de sus pinturas de forma no autorizada.

Hay quien dice que Banksy es Robin Gunningham, exalumno de una escuela privada de Bristol. Otros afirman que es un pintor y decorador llamado Robin Banks. Que en realidad es el cantante del grupo Massive Attack o el artista Damien Hirst.

Portada del libro: Bansky rompe las reglas

Portada del libro: Bansky rompe las reglas

Entre las obras más famosas de Banksy figura el de la niña soltando un globo en forma de corazón –convertida en la portada del libro--, un policía paseando un perro, la Reina de Inglaterra con un rayo en el rostro a lo David Bowie o sus ratas contestatarias, muy habituales en sus muros. Comenzó imitando el grafismo que se estilaba en los años noventa en Nueva York, es decir, letras grandes hechas con spray, pero recurrió pronto al uso de las plantillas para evitar ser detenido por la policía, pues este arte urbano está prohibido en Gran Bretaña.

El libro, muy gráfico como impone la temática que aborda, fue presentado en un escenario muy propicio para el street art: el pasaje de la Canadenca, con las tres chimeneas de la avenida del Paral·lel como telón de fondo.

Durante el acto se llevó a cabo una reinterpretación en directo de la obra de Banksy a cargo del artista muralista Mateo Lara.