La Rotonda de la plaza Kennedy de Barcelona será la sede de una consultora. El edificio modernista, abandonado desde que cerrara el hospital para enfermos terminales en 2003, reabrirá próximamente como cuartel general de una de las grandes firmas del sector de los servicios profesionales.
Según ha podido saber Crónica Global, la compañía anunciará en breve su traslado a las cinco plantas superiores de la edificación clásica, situada entre los números 2 y 4 de la avenida Tibidabo y también llamada Torre Mestre.
Además del gran inquilino confirmado, la Rotonda tendrá otros arrendatarios en los espacios inferiores, que están en plena comercialización.
Abandonada
La prodigiosa construcción, que concluyó el arquitecto Adolf Ruiz Casamitjana en 1918 por encargo de la familia del doctor Salvador Andreu, cobrará vida tras más de una década en desuso.
Durante este tiempo, la constructora Núñez y Navarro la adquirió (1999) y acometió una gran reforma que duró seis ejercicios y que finalizó en julio, arrojando una factura final de 70 millones de euros.
"Se han respetado la estructura original y los elementos protegidos. El impacto visual desde la confluencia de la avenida Tibidabo con la calle Balmes es cero: incluso se han retranqueado los aires acondicionados", explica la constructora barcelonesa.
Batalla vecinal
En el ínterin, el monumento --incluido en la Ruta del Modernismo de Barcelona-- ha sido además el epicentro de una larga batalla judicial. La plataforma Salvem La Rotonda cuestionó en los tribunales el Plan de Mejora Urbana (PMU) para recuperar el activo.
El colectivo vecinal se anotó una victoria parcial en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y después en el Tribunal Supremo. La decisión judicial llegó tarde, ya que el proyecto ya estaba en fase avanzada.
Obra notable
La construcción albergó el Hotel Metropolitan hasta finales de los años 60. Después, sus 10.900 metros cuadrados se destinaron a un hospital para enfermos mentales y terminales.
La promotora del expresidente del FC Barcelona compró el inmueble en 1999. No obstante, el contrato de arrendamiento del último inquilino con la familia Andreu terminó en 2003.
En aquel momento estalló la batalla judicial para proteger la singularidad monumental de La Rotonda.
Puertas abiertas
El elemento más destacado a nivel arquitectónico es el templete superior, obra del ceramista Lluís Bru Salellas. La promotora invita a hacer fotos de la estructura con las etiquetas #LaRotondaNN en Twitter y #MiraLaRotonda en Instagram.
Por otro lado, NyN prevé organizar una jornada de puertas abiertas para vecinos y entidades para descubrir las joyas interiores del edificio y, de paso, calmar los ánimos en la zona. Antes, las asociaciones de residentes ya han visitado el espacio, ahora mucho más funcional.