La Sagrada Família
La única torre de la Sagrada Familia que vio Gaudí: el legado más íntimo del arquitecto cumple 100 años
Lo más revolucionario de la obra es la concepción funcional que le otorgó el arquitecto
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La Sagrada Familia no solo es la obra cumbre de Gaudí: es también la inacabada, la póstuma y una de las más misteriosas. Más de un siglo ha pasado desde que se iniciara su construcción y aún hoy quedan secretos por descubrir, aunque teorías hay muchas.
Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que Gaudí quiso erigir el edificio más alto de Barcelona, y lo ha logrado con creces. En 2025 ya ha superado los 162 metros de altura de los 175 que debe alcanzar, convirtiéndose en la iglesia más alta del mundo.
Pero este pasado 30 de noviembre se ha producido otro momento histórico. La torre de Bernabé, la única que Gaudí vio erigida, ha cumplido 100 años y lo ha celebrado como merece.
Los castellers del barrio de la Sagrada Familia han levantado un castillo humano y se ha iluminado la torre de Bernabé durante el acto.
Actos de celebración
También ha habido un diálogo entre el arquitecto director del edificio, Jordi Faulí, y la arquitecta Chiara Curti, y se ha inaugurado la exposición 1925-2025. Cien años de la finalización de la torre de Bernabé, que se podrá visitar hasta el 26 de mayo de 2026.
Al acto ha asistido el cardenal arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, junto con otras autoridades de la ciudad. Nada que no merezca esta construcción modernista.
Torre Bernabé
La torre de Bernabé es un símbolo silencioso del origen del templo y del legado más íntimo de su creador. Coronada en noviembre de 1925, este primer campanario recuerda aquellos primeros años de la construcción de este espectacular monumento.
Cuando la torre de Bernabé se completó, el arquitecto llevaba más de cuatro décadas dedicado al templo. Su finalización supuso la confirmación de que la Sagrada Familia dejaba de ser un proyecto teórico para convertirse en una arquitectura viva, visible sobre el skyline de Barcelona.
Iluminación de la Torre Bernabé de la Sagrada Familia EP
Fue, en palabras del propio Gaudí, “el primer testimonio de que la obra ya respira”.
El misterio de Berrnabé
La torre, una de las doce dedicadas a los apóstoles, forma parte del conjunto de campanarios que debía rodear las fachadas del templo. Pero, como ocurre a menudo en la obra gaudiniana, encierra un misterio.
Bernabé no pertenecía al grupo de los Doce apóstoles originales, pero la tradición cristiana lo reconoce como figura apostólica por su papel misionero. Esto convenció a Gaudí, que concebía el templo como un relato global de la fe y quiso darle un lugar propio en el conjunto.
Cómo es la torre
En cuanto a su diseño, la torre de Bernabé sigue el modelo que Gaudí proyectó para todos los campanarios apostólicos: una base cuadrangular que se eleva en forma de hiperboloide hasta culminar en un chapitel revestido de trencadís.
Sus proporciones, situadas dentro del rango de entre 98 y 110 metros que Gaudí asignó a este grupo, marcaron el modelo para el resto de torres menores.
El primer laboratorio de Gaudí
Lo más revolucionario era su concepción funcional: Gaudí no las imaginó solo como torres decorativas, sino como campanarios acústicos diseñados para difundir el sonido por la ciudad mediante aberturas estudiadas y geometrías resonantes.
Para muchos, la torre de Bernabé fue el primer laboratorio donde Gaudí pudo comprobar el resultado real de su experimentación.
El lugar otorgado a Bernabé tampoco es casual. El arquitecto buscaba que la Sagrada Familia fuera un relato teológico completo y veía en esta figura un modelo de apertura y universalidad.
Era una forma de subrayar que la fe, como la arquitectura del templo, es un camino en expansión. Por eso su torre se integró en la fachada de la Pasión, la más sobria y dramática, dedicada al sacrificio y al compromiso espiritual.
Momento especial
Gaudí entendía a Bernabé como un apóstol que encarnaba el esfuerzo y la misión constante, un mensaje coherente con los valores que quiso imprimir en esa zona del templo.
Un siglo después, su valor histórico se ha multiplicado. La Sagrada Familia ha inaugurado con esta efeméride varios actos conmemorativos para celebrar su centenario.
Reivindicación
En la muestra organizada por la Junta Constructora se subraya que, aunque hoy las torres de la Virgen María o de Jesucristo marquen el nuevo perfil de Barcelona, la torre de Bernabé fue la primera en demostrar que el proyecto original era viable en su audacia estructural. Sin ella, difícilmente Gaudí habría podido ensayar con éxito las geometrías que definirían el resto del templo.
Por eso, aunque ahora sea la que menos impresiona, muchos consideran que la torre de Bernabé tiene algo único, fundacional, que merece ser reivindicado. Y así se ha hecho.