Es Cataluña: la farmacia más antigua de Europa está en pueblo catalán de Francia
El establecimiento se encuentra en un pequeño pueblo del Pirineo de 1.500 habitantes
Pasear por Cataluña es sinónimo de pasear por una comunidad autónoma llena de farmacias. Quien viva o haya pasado por aquí sabe que cada pocos metros uno encuentra uno de estos establecimientos tan necesarios. Pero pocas pueden presumir de ser centenarias.
Lo curioso es que en Cataluña, donde los locales históricos no dejan de cerrar, aún se encuentran algunas joyas que bien merecen la pena destacarse. Entre ellos, la farmacia más antigua de Europa.
Dónde está
Sí, un pequeño municipio catalán, de apenas 1.500 habitantes, puede presumir de haber vencido al tiempo y a la especulación inmobiliaria, y resistir el paso de los años. Y además, dedicándose a la farmacia.
El pueblo en cuestión no es otro que Llívia, una localidad que, si bien permanece a Cataluña, se encuentra aislado en territorio francés. Conocido por ser un lugar donde mucha gente de clase alta tiene sus segundas o terceras residencias, el municipio es un lugar ideal para los amantes del esquí, ya que hay muchas pistas cerca.
Pero claro, no todo es deporte. Los vecinos, a pesar de vivir mucho del turismo de temporada, así como del turismo de montaña en verano, también se dedican a otras cosas. Y hay una familia que es conocida por su dedicación a la farmacia, los Esteve.
Ellos y sus descendientes pueden presumir de haber conservado esta farmacia que comenzó a andar en el siglo XV y que estuvo casi medio siglo en marcha. ¿Cómo han podido sobrevivir tanto sin sucumbir a las presiones del mercado?
Los misterios de Llívia
Antes de entrar a ver cómo ha durado tanto, lo importante es fijarse en datar el origen de la famosa Farmacia Esteve de Llivia. No está del todo claro.
Lo único que se puede decir a ciencia cierta es que fue fundada a principios del siglo XV y que registros de la Generalitat dedicados al Patrimonio Histórico sugieren que ya existía en 1415. Sobre la fecha de inauguración, ni rastro.
El origen de la farmacia
En cualquier caso, los datos sobre este local muestran claramente que se trata de un establecimiento histórico que lo sitúa entre las farmacias más antiguas de Europa, o tal vez incluso la más antigua.
Sobre el nombre de la botica, Esteve, se atribuye a Jaume Esteve, uno de los primeros propietarios, cuya familia custodió la farmacia durante 23 generaciones. Este linaje resistió los vaivenes del tiempo hasta 1942, cuando León Antonio Esteve decidió cerrar las puertas, cediendo la custodia del edificio al ayuntamiento y, posteriormente, a la Diputación de Girona.
Cómo está ahora
Desligarse de este local fue una pérdida para la zona y para Cataluña. La visita directa a la Farmacia Esteve ya no es posible, pero desde 1981, sus materiales se conservan en el mismo edificio en el que estaba, sólo que ahora es el Museo Municipal de Llívia.
Este centro cultural mantiene viva parte de la estructura, el mobiliario, los instrumentos de laboratorio y otros objetos del siglo XIX, convertidos en una ventana al pasado. Los retratos de los sabios boticarios y doctores del pasado, plasmados en las cajas de madera, narran silenciosamente la rica historia de la primera farmacia de Cataluña.
De farmacia a museo
Pero si algo llama la atención son los albarels. Se trata de unos botes de cerámica de azul cobalto, utilizados para contener productos farmacéuticos, revelan la dualidad de la farmacia Esteve al albergar tanto sustancias importantes como peligrosas. Además, para los entusiastas de la "alquimia", la biblioteca de la farmacia resguarda un libro de fórmulas. Abrirlo puede traer muchas sorpresas.
Sea como sea, la farmacia más antigua de Cataluña sigue vive, aunque no abierta. Convertido en un relicario de la historia catalana, es también un monumento que arroja luz sobre la conexión entre la farmacia y la evolución de una comunidad a lo largo de los siglos. Visitarlo es sumergirse en los pasillos del tiempo y los rincones de Llívia, donde la Farmacia Esteve se erige como un faro de conocimiento y legado.