Nos encantan las leyendas porque, más allá de su capacidad para asustar, fascinarnos o entretenernos, son puertas abiertas a un mundo de magia, misterio y tradición. De hecho, han sido parte de la cultura humana desde tiempos inmemoriales y nos atraen porque combinan elementos de realidad y fantasía, creando historias que, aunque a menudo improbables, tocan algo profundo en nuestra imaginación. Ya sea el relato de un héroe que lucha contra un dragón o el de una criatura sobrenatural que acecha en las sombras; las leyendas nos permiten viajar a un universo paralelo donde todo es posible.
La leyenda del personaje mitológico
Cuenta la leyenda que en la ribera izquierda del rio Onyar, en el barrio del Mercadal, en Girona, había un convento de monjas poco devotas y que llevaban una vida desordenada. Entre ellas, había una novicia con verdadera vocación religiosa que les recriminaba la vida que llevaban. Las otras monjas, para no escuchar sus reproches, la encerraron en una celda en el subterráneo del convento.
Estuvo encerrada durante muchos años y a causa de la oscuridad y la humedad, le salieron escamas hasta quedar convertida en un cocodrilo. Pero, gracias a la pureza de su alma, también le salieron en la espada unas maravillosas alas de mariposa, de colores muy bonitos, transformándose así en Cocollona, medio cocodrilo (cocodril en catalán), medio mariposa (papallona en catalán).
Cuando murió, se veía su fantasma nadando por el rio Onyar, muy cerca de donde fue encarcelada. Dicen que solo las noches de luna llena, durante el crepúsculo, las almas sensibles podían ver el fantasma de la Cocollona nadando por el río hasta que salía el primer rayo de luz.
El porqué escogieron esta leyenda para dar nombre a esta casa se encuentra en la tradición. Este nombre representa el territorio, la cultura oral y los valores con los que se identifican y que quieren transmitir.
De forma local, quieren difundir la cultura de la calle, la que se transmite de manera oral, la que casi estamos perdiendo. Muchas veces los visitantes de Girona se van sin conocer prácticamente las leyendas tan típicas como la Cocollona, el Tarlà, el Banyeta y el Xuixo.
Origen de la leyenda
El origen de esta leyenda es realmente incierto, hasta el punto que se llega a dudar de su origen histórico. Se dice que la figura de la Cocollona fue creada por los propios guías turísticos en un afán de añadir una nueva criatura en el bestiario de la mitología gerundense.
A pesar de esto, no existen pruebas que permitan asegurar si se trata de un fraude o de una leyenda transmitida de padres a hijos.
Las habitaciones de Can Cocollona
La palabra 'can' en catalán es la contracción de 'casa' y se usa de manera muy acogedora. Así, la combinación de estas dos palabras nos pareció idónea para darnos a conocer y transmitir nuestros valores.
La leyenda que da nombre a cada habitación del Can Cocollona son estas:
El Tarlà es un muñeco colgado de una barra que gira sobre sí mismo vestido de juglar, uno de los personajes más típicos de Girona. Esta figura suele colgarse en la calle Argenteria entre dos balcones cuando se acerca Sant Jordi, durante las fiestas de la Primavera de la Rambla y la Argenteria. La leyenda del Tarlà dice, que hace muchos años, esta calle se cerró por los dos extremos con unas vallas de caña por culpa de la peste y un vecino llamado Tarlà distraía a los vecinos, que estaban tristes y aburridos, haciendo voltereta.
Gerió: Existe la leyenda que dice que Girona fue fundada por un gigante llamado Gerió, que tenía tres cabezas. Estaba enfadado porque Hércules le había robado el rebaño de bueyes y subió desde las columnas de Hércules hasta Girona, donde bastió el triángulo de murallas de Girona.
Banyeta: La leyenda de Banyeta explica que, cuando en la Plaça del Vi se celebraba en el mercado, había una parada de un viejo usurero que se aprovechaba de los gerundenses y se enriquecía cada día a su costa. Una mañana recibió un castigo divino y apareció convertido en piedra, enganchado para siempre a la pared de una casa de la plaza en forma de demonio donde podían verse sus orejas convertidas en cuernos.
Xuixo: El origen del Xuixo (Suso o chucho en castellano), la pasta de crema típica de la ciudad, debe su nombre al Tarlà. Este acróbata que entretuvo a los ciudadanos en época de cuarentena se enamoró de la hija del pastelero. Durante una de sus visitas, cuando llegó el padre, se escondió dentro de un saco de harina hasta que estornudando hizo xui-xui. Para que el pastelero no se enfadara, prometió casarse con su hija y darle la receta de un dulce que, hoy en día, se conoce como Xuixo, recuerdo del delatador estornudo.