¿Qué más se puede pedir de una escapada a un pueblo que aparcar te salga gratis? Tal vez esto suena muy raro, pero todo el mundo sabe que una excursión en coche muchas veces implica los gastos del parking. Pues bien, no es el único, pero en Cataluña hay un municipio en el que no sólo no se paga el estacionamiento, sino que además es de una belleza que enamora.
Que nadie se confundo, no es Girona, pero sí está en esta provincia. Tampoco es la Costa Brava, allí, especialmente en verano, hay muy pocos lugares donde resulte barato el aparcamiento. Se trata de un rincón que parece sacado directamente de un cuento de Disney.
Peratallada, un encantador pueblo medieval de menos de 400 habitantes, se encuentra en la comarca del Baix Empordà. A pesar de su epqueño tamaño, brilla por encima del resto de municipios de la zona por la excelente preservación de su núcleo antiguo, cuyos orígenes se remontan al siglo XI.
Su nombre deriva del catalán antiguo y significa "piedra tallada", una clara alusión a los materiales empleados en la construcción de las viviendas y murallas locales. La configuración arquitectónica se basa en vías empedradas, edificaciones pétreas y un castillo fortificado en el corazón de la villa.
Qué ver
El castillo de Peratallada era el epicentro de la baronía perteneciente al linaje de los Peratallada, cuya genealogía se remonta al siglo XI. Si bien documentos autentifican su existencia ya en el año 1065, ciertas estructuras sugieren que pudo erigirse sobre una fortaleza aún más antigua. Sus murallas se elevan entre cuatro y cinco metros respecto al terreno circundante. Sobre ellas se alza el esplendoroso palacio con su torre del Homenaje, de planta rectangular y coronada por almenas. Dispone de una entrada adintelada y un nivel intermedio de madera.
Después de dejarte deslumbrar por el castillo, otra visita obligada es la Iglesia de Sant Esteve. Es una construcción románica del siglo XIII que alberga el sepulcro del barón Gilabert de Cruilles y, en su punto más alto, tiene un campanario de cuatro arcos apuntados. Curiosamente, este templo religioso yace fuera del recinto amurallado.
Finalmente, la plaza de las Voltes es otro punto de interés. Allí se puede degustar platos con una rica historia en los distintos restaurantes y adquirir artículos artesanales en las tiendas locales.
Fiestas por todo lo alto
Las festividades añaden un aliciente adicional, como las fiestas mayores, que se celebran en el primer fin de semana de agosto. Estas incluyen una cena popular en la plaza mayor, seguida de fiesta, espectáculos de gigantes y cabezudos, entretenimiento infantil, música y danzas tradicionales.
No obstante, Peratallada no se limita a esto, ya que también alberga un mercado medieval en el primer fin de semana de octubre. Durante estos días, la villa se anima con personas vestidas con atuendos de época. Hay diversas representaciones teatrales en las calles, desde la llegada de los monarcas al municipio hasta justas entre caballeros y banquetes reales con actuaciones de trovadores. Además, se ofrecen actividades interactivas como talleres infantiles de arte, cuentacuentos, tiro con arco, enseñanza de oficios históricos, paseos en burro y visitas a campamentos medievales para descubrir cómo era el día a día de los soldados.
Más allá de las arterias principales y las festividades populares, recomendamos explorar las calles empedradas de Peratallada, lo que brinda la oportunidad de descubrir rincones y plazas cargados de historia y belleza. El Portal de la Virgen, la Calle de la Roca, la Plaza del Oli y la calle Mayor son algunos de los pequeños espacios que vale la pena explorar para una experiencia integral.
Cómo llegar desde Girona
La opción más práctica para llegar a Peratallada desde Girona es, sin duda, ir en coche. El recorrido es bastante breve y se completa en unos 40 minutos aproximadamente, variando según las condiciones del tráfico. Recomendamos la ruta GI-660, ya que te llevará de manera directa hasta la localidad.