El castillo abandonado en Berguedà que es una obra de arte: reconvertido en museo urbano
Sumérgete en esta fortificación en un recóndito pueblo de Cataluña y maravíllate de lo que puede hacer el paso del tiempo
12 junio, 2024 18:48Noticias relacionadas
Los castillos en ruinas, dispersos por paisajes rurales y urbanos de todo el mundo, son vestigios del pasado que nos conectan con la historia de una manera única. Estos antiguos bastiones, que alguna vez, fueron símbolos de poder y fortaleza, hoy en día se erigen como monumentos silenciosos que narran historias de guerras, amores, traiciones y vida cotidiana en épocas pasadas.
Estas fortificaciones son mucho más que meras estructuras abandonadas; son portales a la historia y a la cultura de épocas pasadas. Visitar estos monumentos permite a las personas conectarse con el pasado de una manera tangible y emocional, valorando la riqueza histórica que representan.
Uno de estos castillos en los que podrás ver auténticas maravillas es la Torre Conde de Fígols, en Berguedà.
Un castillo abandonado
La Torre Conde de Fígols es una obra del municipio de Cercs, en Berguedà, incluida en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
Es una construcción de planta rectangular cubierta con un techo plano y una azotea coronada con almenas. El edificio consta de planta baja y dos pisos, y tiene dos puertas de acceso que, igual que las ventanas, están tapiadas.
Fue construido a comienzos de siglo XX para alojar, temporalmente, al propietario de la explotación minera, José Enrique de Olano y Loyzaga, y a su familia, que pasaba cortas temporadas allí.
La torre con arte
Es un edificio historicista que reproduce el esquema de los castillos coronados con almenas del siglo XIII y XIV, un lenguaje muy utilizado en este tipo de construcciones que tienen que dignificar y diferenciar a los propietarios.
La torre Conde de Fígols tiene bastantes paralelismos con otras torres de las colonias textiles de la comarca: Cal Metre, Cal Bassacs, Viladomiu Vell, Viladomiu Nou (Gironella), Cal Pons (Torre Vella y Torre Nova) y Cal Vidal (Puig-reig).
Fue utilizada durante bastantes años como sede de las oficinas de la empresa Carbones de Berga S.A., pero durante los setenta del s. XX se clausuró.
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