Cataluña cuenta con una gran variedad de plazas que reflejan la diversidad y la identidad de sus pueblos y ciudades. Entre las plazas más destacadas se encuentra la Plaza de Cataluña en Barcelona, considerada el corazón de la ciudad. Esto es solo uno de los ejemplos de las numerosas plazas que se encuentran en territorio catalán, cada una con su propia historia, su encanto y su carácter distintivo. Desde plazas históricas hasta modernos espacios urbanos, estas áreas públicas desempeñan un papel vital en la vida cotidiana ofreciendo, a sus habitantes, lugares para reunirse, celebrar y disfrutar de la belleza de la región.
Vamos a la plaza
En este artículo te vamos a descubrir una de las plazas del municipio de Reus, incluida en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña: la Plaza del Mercadal.
Esta plaza es de forma cuadrangular y tres de sus lados tienen soportal. La edificación actual corresponde, en gran parte, a la del siglo XIX y XX. No hay uniformidad en las anchuras de las casas, ni en las crujías, ni en las alturas.
Su espacio lo ocupan el Ayuntamiento y las antiguas casas principales e históricas como la Casa Navàs y la Casa Pinyol.
Su trazado es rectangular, al igual que la Plaza de la Catedral de Girona. Rodeada de pórticos y porches, era en su origen el centro de actividad económica y comercial de la ciudad. Desde hace unos años está prohibido el tránsito de vehículos por ella, siendo así zona peatonal.
La historia de la plaza
La historia de la Plaza del Mercadal se remonta al año 1240, cuando se delimitó al barrio judío y se construyeron las murallas y la puerta de Monterols. El área se desarrolló, gradualmente, con la construcción del Castell del Camarero en 1171 y la posterior edificación de viviendas cerca de la plaza.
En el siglo XV, se erigió el casal municipal en la plaza, que se empedró en 1859 bajo el mandato del alcalde Joan Baptista Madremany, conservando su diseño geométrico original.
A lo largo de su historia, la plaza ha sido conocida por diferentes nombres, como plaza Mayor, plaza del Mercado y plaza de la Constitución, reflejando los cambios políticos y sociales de cada época.
La Plaza del Mercadal ha sido testigo de diversas actividades sociales y culturales a lo largo de los años: la celebración de espectáculos circenses a partir de 1878 hasta la realización de fiestas populares y protestas cívicas; el espacio ha sido utilizado para una variedad de eventos públicos.
Además, los porches de la plaza han servido como lugar de encuentro para distintos grupos sociales, desde las personas más distinguidas que paseaban por "los porches de los señores" hasta los tratantes de aguardiente que fijaban los precios del producto.