El voluntariado en la Fundación PortAventura: historias que transforman vidas

Los voluntarios de la Fundación PortAventura son el corazón de una iniciativa que mezcla a partes iguales conceptos como solidaridad y diversión con el objetivo de enriquecer la vida de aquellos que no pasan por un buen momento. A través de su compromiso y empatía, estos colaboradores dedican su tiempo y esfuerzo a proyectos que brindan apoyo a familias y niños en situaciones vulnerables.

Es la demostración de que el ocio puede ser una herramienta poderosa para generar felicidad, inclusión y bienestar. Con cada actividad, no solo impactan positivamente a quienes ayudan, sino que también enriquecen sus propias vidas, encarnando los valores de solidaridad y responsabilidad social que definen a PortAventura World.

Voluntarios de Fundacion PortAventura en una cena solidaria CEDIDA

Aurelio y Shirley, voluntarios por vocación

Aurelio Romera, voluntario desde enero de 2018 y Shirley Triana, quien lleva tres meses colaborando, comparten en Crónica Global sus experiencias, y revelan cómo este compromiso ha transformado tanto sus vidas como las de quienes reciben su apoyo.

Aurelio forma parte del equipo de coordinación del voluntariado en la Fundación PortAventura, planificando los talleres y actividades semanales en Dreams Village y ayudando en los eventos que organiza la Fundación PortAventura y Shirley ha sido tallerista en Halloween y en Navidad.

Afán por mejorar la sociedad

La Fundación PortAventura es un espacio donde el altruismo y el ocio se unen para generar impactos positivos en la vida de muchas personas. Ambos voluntarios coinciden en que su motivación principal es el deseo de ayudar a los demás y contribuir a generar un cambio significativo en la sociedad.

Aurelio menciona que para él es una vocación personal, mientras que Shirley destaca que aportar un granito de arena puede marcar una gran diferencia. Este deseo de servicio es el motor que los impulsa a participar activamente en las actividades de la Fundación.

Experiencias inolvidables

Para Aurelio, uno de los momentos más emotivos fue la apertura del complejo Dreams Village, el principal proyecto de la Fundación, donde familias con niños gravemente enfermos pueden disfrutar de una semana inolvidable en el resort. “La primera vez que presencié la entrada de las familias a las villas fue indescriptible: sus rostros reflejaban sorpresa, alegría y gratitud”, comenta.

Por su parte, Shirley recuerda con cariño la ilusión en los ojos de los niños durante actividades como los talleres de Halloween y Navidad. “Es como si, por un momento, el mundo se detuviera y todo se centrara en ellos. Poder contribuir a esa felicidad es un gran regalo”, añade.

Voluntarios de PortAventura World en un taller con niños CEDIDA

Un cambio social y personal

Ambos destacan que el impacto de su labor va más allá de las actividades que realizan: “Mejoramos el bienestar emocional de los niños y sus familias a través del ocio”, dice Aurelio. Shirley, por su parte, añade que ayudar a otros les permite “crecer como personas, desarrollando empatía, compasión y gratitud”.

El compromiso de PortAventura World con causas sociales es un aspecto que ambos voluntarios valoran profundamente. Shirley señala que trabajar en una empresa que fomenta un cambio positivo en la sociedad aumenta su motivación y compromiso como empleada. “Los empleados se sienten más conectados con un propósito más grande que ellos mismos”, asegura esta joven. Para Aurelio, ser parte de esta misión refuerza su conexión con el propósito de la compañía. “Se trata de generar un impacto positivo en las personas”, sentencia.

Identificarse con los valores de la Fundación

Tanto Shirley como Aurelio coinciden en que la Fundación representa perfectamente la filosofía de inclusión y el valor terapéutico del ocio, principios fundamentales de PortAventura World. Además, consideran que este compromiso inspira no solo a los empleados, sino también a los visitantes del parque, generando un efecto multiplicador.

El voluntariado ha transformado a estos dos colaboradores a nivel personal. Shirley describe la experiencia como “enriquecedora”, mientras que Aurelio la resume en una palabra: “Gracias”. Ambos coinciden en que reciben mucho más de lo que dan, y ponen el énfasis en que se llevan consigo valiosas “lecciones de vida y momentos inolvidables”.

Un consejo a los jóvenes: “Participad”

Ambos voluntarios ven un futuro brillante para la Fundación PortAventura. Sueñan con llegar a más personas en situación de vulnerabilidad y ampliar proyectos como Dreams Village, complejo que este año ha aumentado de seis a diez villas. En cuanto al papel que pueden desempeñar, ambos planean seguir aportando ideas y “colaborando activamente” en nuevos programas.

A quienes están considerando unirse como voluntarios, Aurelio y Shirley tienen un mensaje claro: “Participad. Las pequeñas acciones pueden tener un gran impacto”. Ambos invitan a otros a ser parte de esta experiencia única, donde ayudar no solo beneficia a otros, sino también enriquece profundamente a quienes ofrecen su tiempo y esfuerzo.

La Fundación PortAventura ha desplegado durante todos estos años numerosos proyectos solidarios. Su trayectoria es un reflejo del poder de la empatía y del compromiso colectivo. “Recibimos mucho más de lo que damos”, concluye Aurelio con una frase que sintetiza el espíritu de quienes trabajan por mejorar la sociedad desde el ocio.