¿Cuál es el efecto del humo del cigarrillo en la salud de las personas?
Aunque las consecuencias de fumar son conocidas, la prevalencia del tabaquismo se estanca. Ante esta situación, en la que sigue habiendo una gran cantidad de fumadores que van a seguir fumando, la mayoría de ellos desconoce que el principal problema de fumar está ligada al humo que se desprende cuando se quema un cigarrillo.
Todo el mundo conoce los daños asociados al hábito de fumar. Por eso, acabar por completo con el consumo de tabaco y nicotina es siempre la mejor opción para los fumadores. Este es el gran objetivo de las medidas de control que existen en todo el mundo. Actualmente, estas medidas están enfocadas a dos objetivos: en disuadir a aquellos que no han empezado (políticas de prevención), y fomentar su abandono en los que ya son fumadores (políticas de cesación). Sin embargo, en el mundo aún hay más de 1.000 millones de fumadores, y no se espera que esta cifra cambie de forma significativa en los próximos años, según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Solo en España aún hay más de 8 millones de fumadores -y en el mundo más de 1.000 millones- y no se espera que esta cifra cambie de forma significativa para 2025”
Para este grupo de personas que de otra forma van a seguir fumando, a pesar de conocer las consecuencias del hábito, es importante que conozcan la evidencia científica alrededor de las alternativas al cigarrillo. Es necesario abordar los malentendidos y posibles dudas que existen y brindar a los fumadores adultos información precisa y basada en ciencia para que puedan tomar decisiones informadas.
“Si se eliminase la combustión, como ocurre en las alternativas libres de humo, los niveles medios de estas sustancias químicas se reducen de forma significativa.”
Lo que se esconde detrás del humo
El humo de cigarrillo que se forma durante la combustión (al encenderlo) contiene más de 6.000 sustancias químicas. De estas, unas 100 han sido clasificadas por las autoridades de Salud Pública como nocivas o potencialmente nocivas. Si se eliminase la combustión, como ocurre en las alternativas libres de humo -como el dispositivo para tabaco calentado o el cigarrillo electrónico-, los niveles medios de estas sustancias químicas se reducen de forma significativa. Asimismo, estas alternativas sin humo no están exentas de riesgo y la gran mayoría contienen nicotina, que es adictiva.
El fin del cigarrillo convencional, posible en 15 años
Es necesaria una evaluación científica de cada uno de estos productos para comprobar que efectivamente se reducen los niveles de sustancias químicas, pero los estudios realizados hasta la fecha determinan que son una mejor opción en comparación con el cigarrillo para aquellos fumadores adultos que, de otra manera, continuarían fumando. De hecho, algunas fuentes señalan que, si existiera el apoyo social y el estímulo normativo adecuado, en 15 años se podría acabar con el tabaco de combustión en muchos países.