La palabra cefalea es el término médico para decir dolor de cabeza. Los dolores de cabeza más comunes son los que ocurren espontáneamente, que llamamos cefaleas primarias, como la migraña y la cefalea de tipo tensional. La primera se caracteriza por episodios recurrentes de dolor de cabeza, que puede variar desde moderado hasta intenso, típicamente suele manifestarse en un solo lado de la cabeza y están acompañadas de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al ruido. También existen los dolores de cabeza que ocurren causados por un motivo externo, como por ejemplo por un golpe en la cabeza (traumatismo craneoencefálico) o durante una gripe, a estas cefaleas les llamamos secundarias.

Hay otras cefaleas primarias menos frecuentes que se asemejan a las migrañas y, por ello, retrasan un diagnóstico adecuado. “Un ejemplo de ello es la cefalea en racimos, que se caracteriza por episodios de dolor intenso y punzante alrededor de un ojo. Estos ataques suelen durar entre 15 minutos y 3 horas, y pueden presentarse varias veces al día durante un periodo de semanas o pocos meses, seguidos de períodos largos sin dolor”, explica Juan Bernardo Gómez Galván, neurólogo de la Unidad Funcional de Cefaleas y Dolor Craneofacial del Instituto Neurociencias Teknon. 

Estrategias de prevención

La prevención y el tratamiento adecuado de la migraña y la cefalea de tipo tensional son fundamentales para mejorar la calidad de vida de quienes las padecen. Aunque no siempre se pueden prevenir por completo, el doctor Gómez Galván expone una serie de medidas o estrategias que pueden contribuir a reducir la frecuencia e intensidad de estos dolores de cabeza. 

Estrategias básicas

Mantener un horario de sueño regular. 

Aprender técnicas para manejar y reducir el estrés.

Mantener una adecuada hidratación.

Practicar ejercicio de forma regular.

Llevar una dieta saludable y equilibrada, rica en frutas, verduras y alimentos frescos, evitando en los posibles alimentos procesados.

Tratamientos

Existen tratamientos para aliviar el dolor durante una crisis de migrañas y cefaleas tipo tensional. “En ambos casos, se pueden utilizar analgésicos como el paracetamol y antiinflamatorios como el ibuprofeno”, recomienda el neurólogo del Instituto Neurociencias Teknon. Adicionalmente, para tratar los ataques de migraña, también hay medicamentos específicos como los triptanes (por ejemplo, sumatriptán).

Sin embargo, si las crisis de migraña son frecuentes se recomienda iniciar un tratamiento preventivo, que evite las crisis. Aquí se encuentran medicamentos en pastillas, inyecciones de toxina botulínica (Botox ®) y, en los últimos años, también los anticuerpos monoclonales (Aimovig ®, Ajoovy ®, Emgality ® y Vyepti ®) que son como una especia de vacuna mensual o trimestral para la migraña.

¿Cuándo consultar al médico?

Es normal que muchas personas con migraña experimenten ataques con frecuencia y lleguen a conocer bien sus síntomas. Sin embargo, es fundamental estar atento a ciertas señales de alarma que podrían indicar que la cefalea es más grave y requiere atención médica.

Estos avisos incluyen cambios significativos en el patrón de dolor de cabeza, un inicio repentino e intenso, una progresión rápida, la aparición de una nueva cefalea en personas mayores de 50 años, síntomas neurológicos como debilidad o cambios en la visión, dolores de cabeza desencadenados por esfuerzos físicos, tos o relaciones sexuales, y cefaleas asociadas a síntomas sistémicos como fiebre o rigidez en el cuello.

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