El AMB (Área Metropolitana de Barcelona) redobla su apuesta por la recuperación y transformación de los espacios fluviales metropolitanos para que actúen de ejes que conecten la ciudadanía con la naturaleza. El objetivo es mitigar los efectos del cambio climático y de los fenómenos meteorológicos adversos, como las inundaciones.
La administración pública enfoca su objetivo en las poblaciones adyacentes a Barcelona, especialmente las que viven alrededor de los márgenes de los ríos Besòs y Llobregat, zonas históricamente muy contaminadas al haber sido uno de los epicentros de la industrialización en Cataluña.
Una cofinanciación de 40 millones de euros
El objetivo prioritario de AMB es volver a llenar de vida la infraestructura verde de los espacios fluviales metropolitanos, en los que se han contabilizado más de 1.200 especies de fauna y más de dos mil de flora sólo en el ámbito del río Llobregat.
Ése es el leitmotiv del Programa de actuaciones en paisajes naturales y urbanos (PSG), que culminará en 2023 y que ha requerido de una inversión de 40 millones de euros que han sido cofinanciados por la AMB y por los propios municipios. La mayoría de estas intervenciones, sin embargo, no habrían sido posibles sin la ayuda de la Unión Europea a través del FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional).
Otros proyectos financiados por la UE que contribuyen también a sacar adelante el proyecto son el Life UrbanGreeningPlans, que promueve la regeneración de la naturaleza a través de la biodiversidad o el Proyecto Clearing House, que impulsa la regeneración de árboles y bosques en el interior de las ciudades.
Múltiples intervenciones
Gracias a esta cofinanciación se podrá recuperar y preservar la calidad ecológica y paisajística de estos espacios fluviales. A su vez, permitirá conservar los cursos de los ríos y se podrá mitigar los riesgos de inundabilidad.
Dicho plan está enfocado a realizar notables inversiones en los espacios fluviales y recuperar zonas degradadas. También procura integrar infraestructuras viarias, energéticas y de servicios dentro del paisaje metropolitano, además de ejecutar mejoras en la conectividad entre espacios urbanos y naturales.
Tres millones de visitas
Las actuaciones ejecutadas hasta la fecha, como mejoras y acondicionamientos de los caminos o la conexión de los cauces a través de pasos fluviales, han favorecido el acercamiento de la población a sus ríos, hasta el punto de que en un año se han contabilizado tres millones de visitas al espacio fluvial del río Llobregat.
La intención del organismo supramunicipal es "mejorar la calidad de vida de las personas", tras constatar un aumento de la afluencia de ciudadanos a estos espacios a raíz de la pandemia, y a su vez "recuperar las especies de flora y fauna que habitan en estos espacios", según ha explicado el coordinador general de Innovación e Infraestructuras del AMB, Martín Guillón.
Todo este trabajo ha cristalizado en una más que palpable renovación de las zonas fluviales. Estas han experimentado una importante regeneración de los paisajes, una amplia mejora en la calidad del agua y en una recuperación de la vegetación que la rodea.
Uso social
La AMB ha puesto el énfasis en la vertiente social del programa y ha realizado una fuerte inversión para que la población pueda acceder a las riberas de los ríos mejorando y arreglando caminos, conectando los cauces o haciendo pasos a nivel, entre otras muchas acciones. El propósito de todo ello no es otro que la ciudadanía perciba que el espacio natural es algo muy próximo a su vida cotidiana. De ahí que se intensifique la determinación de favorecer la comodidad de las personas a la hora de acceder a estos espacios.
"Al principio nos encontramos una zona muy degradada que alejaba las zonas fluviales de la ciudadanía. Lo más importante es garantizar la accesibilidad, el acercamiento a la naturaleza y, al mismo tiempo, la recuperación ambiental y de ecosistemas de estos espacios”, apunta Eugènia Vidal, arquitecta del servicio de innovación e infraestructuras del ente metropolitano.
De barrera a conector
La pretensión de la AMB es que los ríos de la zona metropolitana vuelvan a ser parte de la vida cotidiana de los ciudadanos, de mismo modo que Barcelona recuperó el mar con motivo de los Juegos Olímpicos del 92. El objetivo es apostar por la movilidad sostenible, mejorar los accesos y los caminos (implantación de rutas para bicicleta y senderos para peatones) que circulan en paralelo a las rieras de los ríos y ejecutar obras de mantenimiento que traten de paliar los efectos de las lluvias torrenciales.
Entre estas acciones, hay que destacar las actuaciones de mejora y transformación de caminos en el margen derecho del río Llobregat en Sant Boi de Llobregat, Santa Coloma de Cervelló y Sant Vicenç dels Horts, unos trabajos que empezaron en el municipio de Pallejà a principios del pasado año.
Por otro lado, se está construyendo el primer refugio de biodiversidad en el río Besòs, en Santa Coloma de Gramenet, que permitirá el desarrollo de flora y fauna y mejorar la calidad paisajística. La instalación contará además con una balsa didáctica, dos humedales, una escalera de peces y un prado fluvial.
Además, el AMB levantó una pasarela colgante que conecta los dos márgenes del río Ripoll, en Barberà del Vallès; y en el río Sec ha construido un vado inundable que permitirá atravesarlo desde el Parc del Massot hasta el camino del margen derecho, También ha ejecutado obras en el pasaje de la Ermita con la intención de conectar el espacio fluvial con el núcleo urbano.