Con la llegada del frío y la bajada de las temperaturas, es prioritario poner en marcha protocolos de actuación que eviten los riesgos asociados a esta época del año. Por ello, compañías como Abertis Autopistas se preparan para ofrecer su servicio con la máxima seguridad.

En su caso, la compañía ha activado su dispositivo de vialidad invernal ante la llegada de las primeras nieves. Este plan especial incluye un refuerzo de los recursos para dar cobertura al previsible incremento de tráfico en su red de autopistas.  En este sentido, están disponibles cuatro Centros de Operaciones y Seguridad Vial que velan las 24 horas y los 365 días del año por los conductores, además de 80 máquinas quitanieves y de naves de mantenimiento invernal y depósitos de fundentes.

En esta época del año, los cambios en la meteorología son habituales y repentinos. Por ello, con vistas a las fiestas de Navidad, la compañía recomienda a todos los usuarios programar los trayectos, mantenerse informado y viajar bien equipado para afrontar los viajes con mayor seguridad. Revisar los neumáticos, los frenos, las luces y los limpiaparabrisas resulta indispensable.

Infografía de la campaña de vialidad invernal de Abertis Autopistas / ABERTIS

Planificar el viaje

La meteorología no es una ciencia exacta, cambia a cada momento. En caso de mal tiempo, Autopistas recomienda adecuar los desplazamientos, y adelantar o retrasar el viaje en busca de condiciones más favorables, informarse del estado del tráfico antes de salir e intentar evitar las horas de mayor intensidad de tráfico. De igual modo, recuerda la importancia de cumplir con los descansos y programar las paradas de manera que el viaje resulte más seguro.

Atención a los neumáticos

Es importante prevenir los efectos de las bajas temperaturas sobre los componentes del vehículo. En este sentido, es necesario revisar el funcionamiento de la batería antes de emprender el viaje y comprobar algunos elementos que no suelen utilizarse durante el resto del año, como la calefacción o la luneta térmica, además de utilizar anticongelante en el radiador y en el depósito del limpiaparabrisas.

Los neumáticos, que son el único punto de contacto entre el vehículo y la vía, pierden adherencia al asfalto en caso de nieve o lluvia. Por eso, deberán contar con la máxima profundidad del dibujo posible. Es indispensable además comprobar su estado y presión, siguiendo siempre las recomendaciones del fabricante.

Vigilar el buen estado del vehículo

Otros consejos en torno al vehículo son retirar el hielo de la luna térmica antes de comenzar la marcha, salir con el depósito lleno y cuidar el buen estado de las gomas de los limpiaparabrisas.

También es primordial vigilar las pastillas de freno, que pueden perder eficacia con la humedad. Por ello se aconseja comprobar de vez en cuando su correcto funcionamiento presionando el pedal del freno con una pisada suave, siempre que las condiciones de la vía y la circulación lo permitan.

Qué hacer en caso de avería o accidente

Si hay una situación especialmente crítica durante un viaje, ésta es seguramente el momento en el que se sufre una avería o un accidente. Saber cómo actuar en este tipo de circunstancias ayudará a resolver la incidencia de la forma más segura para el conductor y para el resto de usuarios de la vía.

Si, por algún motivo, no se pudiera proseguir el trayecto, no hay que abandonar nunca el vehículo en la calzada. Lo primero que hay que hacer es parar con seguridad en un lugar habilitado, lo más aproximado al arcén derecho y activar las luces de emergencia. 

A partir de ahí, es imprescindible que el conductor y los pasajeros se coloquen detrás de la barrera de seguridad, o lo más alejado posible del tráfico. Una vez detrás de la barrera, hay que buscar uno de los postes SOS distribuidos a lo largo de las autopistas y contactar con el Centro de Operaciones y Seguridad Vial, con los servicios de emergencias 112.

Consejos de conducción con nieve

Si durante el trayecto se atraviesan zonas afectadas por meteorología adversa o hay nieve en la calzada, Autopistas aconseja llevar una velocidad moderada y aumentar la distancia de seguridad para asegurar la frenada en caso de que sea necesario. La nieve suele ir acompaña de niebla y se reduce de forma notable la visibilidad.

Si durante el trayecto, hay equipos de vialidad de la compañía trabajando se recomienda, por su propia seguridad y la del resto de los conductores, no adelantar y dejar libre, en la medida de lo posible, el carril izquierdo para facilitar el paso de los vehículos de emergencia. Es necesario dejar trabajar a las máquinas quitanieves para garantizar una circulación más segura en la vía. Es obligatorio circular por el carril de la derecha y únicamente cambiar de carril cuando sea necesario.

Cuatro niveles de alerta

Por otro lado, hay que permanecer siempre atento a las recomendaciones que se emiten desde los distintos canales de comunicación, como los Paneles de Mensajería variable. Un punto a destacar es el posible desconocimiento de los conductores en relación a los colores de la nieve. La DGT ha establecido un código de cuatro colores que se utiliza cuando comienza a nevar. Conocer su significado ayuda al usuario a percibir los riesgos de conducir por determinadas carreteras en las que está nevando, a saber si un tramo está cerrado al tráfico o si se deben adoptar medidas especiales.

En función de la intensidad de la nevada existen cuatro niveles de alerta: verde, amarillo, rojo y negro. A partir de establecer nivel verde, se recomienda disminuir la velocidad de circulación en autopistas. Además, los vehículos pesados deben mantenerse en el carril derecho sin poder adelantar y, por supuesto, extremar la precaución y mantenerse informado.

Conducción con lluvia

Conducir con lluvia puede llegar a ser muy incómodo. La conducción con lluvia requiere de una mayor atención al volante. Los neumáticos pierden adherencia y el asfalto se torna deslizante. La calzada mojada, la disminución de la visibilidad o una velocidad inadecuada pueden hacer que se pierda fácilmente el control del vehículo, lo que aumenta la probabilidad de sufrir accidentes. Con la lluvia hay que modificar la forma de conducir, y utilizar el sentido común siguiendo en la medida de lo posible las recomendaciones para que el trayecto sea seguro.

También es primordial disminuir velocidad y aumentar distancia de seguridad, sobre todo por las mañanas ya que puede haberse formado hielo, dificultando aún más la adherencia de los neumáticos en el asfalto.

Conducir con niebla

La niebla es una de las condiciones meteorológicas que exigen un mayor nivel de atención al volante, puesto que reduce la visibilidad y humedece el pavimento. Esta dificultad obliga a prestar todavía una mayor atención a la señalización, adaptar la velocidad a la que marcan los otros vehículos y evitar los adelantamientos. En previsión de algún movimiento inesperado de algún vehículo, es imprescindible aumentar la distancia de seguridad con el coche de delante, pero sin perderlo de vista.

No hay que detenerse nunca en el arcén. Aunque pueda parecer la solución más segura, podría ser causa de un accidente si los otros vehículos no lo ven. Lo recomendable es buscar un sitio apartado de la carretera (área de servicio, área de descanso, gasolinera…), señalizar el vehículo con las luces antiniebla y los intermitentes de emergencia y esperar a que mejore la visibilidad.

Por último, usar las luces de cruce y antiniebla para hacerse más visible. La tendencia natural es activar las luces largas, pero estas provocan un efecto espejo que deslumbra al conductor.

Un vehículo circula bajo la niebla por la autopista / EP

Canales de información

Toda la información de las vías rápidas se puede consultar también a través de la página web www.autopistas.com y su canal de Twitter (@infoautopistas). Una vez en se ha iniciado el viaje se puede consultar la información del estado de la pista en los paneles informativos ubicados a lo largo de la vía.

El conjunto de estos servicios de vialidad se coordina desde los centros de operaciones de Autopistas, que están también en contacto permanente con los organismos responsables de la gestión del tráfico: el Servei Català de Trànsit en Catalunya y la Dirección General de Tráfico (DGT).