El eco de la pandemia ha tenido un impacto muy negativo sobre la salud mental de las personas y aquellas, que como los mayores, son más vulnerables. El confinamiento en sí mismo, la incertidumbre social y personal, y las posibles pérdidas económicas y del propio empleo han agravado los trastornos metales más comunes, como la depresión y la ansiedad. De ahí la necesidad de organizaciones que ayuden a paliar sus efectos.
Una de las más activas es la Fundación Hestia, una entidad sin ánimo de lucro cuyo principal leit motiv es mejorar la calidad de las personas que necesitan apoyo, la defensa de sus derechos y la promoción de su autonomía personal, así como el asesoramiento a sus familiares. Para ello, despliega iniciativas de diversa índole, la más recientes de las cuales sería su primer Concierto Solidario de Navidad.
Un proyecto necesario
Impulsado hace 25 años por el doctor Ferran Olivé Cánovas, el proyecto se enmarca en un momento en el que se cierran algunos centros dedicados a la salud mental, quedando desasistido un colectivo de personas con patologías psiquiátricas que no contaban con recursos ni familias que pudieran contribuir a su proceso terapéutico.
Se crea por ello la Fundación Sociosanitaria de Barcelona para prestar recursos asistenciales a este colectivo y dar respuesta a sus carencias sociales. Esta entidad fue evolucionando en el tiempo y ampliando su acción tutelar con otras líneas de actuación vinculadas a personas mayores y aquellas con problemas de salud mental, y que lo hace ahora bajo la denominación de Fundación Hestia.
Líneas de actuación
Desde el primer día, la Fundación Hestia busca la excelencia y la innovación en los procesos de inclusión social y de aceptación y pretende ser referente de calidad en la búsqueda de nuevas fórmulas para atender a la gente mayor o con problemas de salud mental.
Para la consecución de estos objetivos, la Fundación Hestia desarrolla tres líneas de actuación, concretamente el apoyo a la capacidad jurídica, la innovación y la investigación, y la sensibilización de la sociedad sobre las personas vulnerables a causa de sus problemas de salud mental o derivados del envejecimiento.
Apoyo a la capacidad jurídica
El Área de Protección se articula en torno a la acción tutelar y asesoramiento a las familias sobre el apoyo a la capacidad jurídica, pasos a seguir o la documentación necesaria, además de tratar de mantener y/o mejorar su calidad de vida y autonomía a nivel médico, personal, social y económico.
Innovación e investigación
El Área de Innovación mejora la atención a la salud mental y el envejecimiento a través de la formación, la investigación y la divulgación mediante seminarios y jornadas informativas sobre nuevas formas de asistencia.
Sensibilización
Por último, el Área de Sensibilización muestra su compromiso con la sostenibilidad y con las personas mayores o con problemas de salud mental. Para ello, la Fundación Hestia impulsa proyectos para conciencar a la sociedad de la necesidad de implicarse en hacer efectivos los derechos que garantizan el bienestar y la integración de estas personas.
En este contexto, se enmarcan iniciativas como la Coral Hestia, el proyecto #MatealEstigma sobre actividad física y salud mental vinculado al patrocinio del Hestia Menorca o la adhesión al Pacto de Fundaciones por el Clima con la que la Fundación se ha querido sumar al esfuerzo del sector filantrópico para enfrentar la crisis climática y las desigualdades que genera, y que ha tenido como primera acción la puesta en cultivo de un huerto urbano.
Asimismo, la Fundación Hestia posibilita recursos para dar respuesta a quienes han de cumplir con una medida sustitutoria de una condena o necesitan acceder a una alimentación sana y saludable y carecen de recursos para ello.
Desde esta entidad, se ha facilitado la realización de trabajos en beneficio de la comunidad a personas que se han comprometido a realizar una actividad no retribuida de utilidad pública y/o interés social en sustitución de la pena a la que han sido condenadas. Y, en sus diez primeros años de vida, el Comedor Social del barrio de Gracia en Barcelona, había servido más de 61.300 menús, además de convertirse en un punto de socialización para sus usuarios, personas en riesgo de exclusión social por motivos económicos, falta de recursos personales o una problemática de tipo social, como el aislamiento.
Perspectivas de futuro
El presente y el futuro siguen vinculados al compromiso de apoyar, sensibilizar e innovar en relación al colectivo de las personas con problemas de salud mental o en proceso de envejecimiento para mejorar su calidad de vida.
Con ese propósito mantiene los actuales programas y actividades, y emprende otras como “Cuidamos de ti-COpizza”, para la integración de personas con problemas de salud mental en el proceso de elaboración de pizzas artesanas o el ya citado primer Concierto Solidario de Navidad.