Tras pasar los peores meses de la pandemia y en plena guerra de Ucrania, la inflación ha pasado a ser la mayor preocupación macroeconómica a nivel mundial. Las previsiones apuntan a que el Banco Central Europeo (BCE) resolverá subir los tipos de interés a partir de otoño de este 2022 y, entre otras consecuencias, esta decisión provocará irremediablemente un incremento de las cuotas de los contratos hipotecarios.
El aumento generalizado de los precios tiene consecuencias negativas para la economía porque provoca que la moneda, en este caso el euro, pierda poder adquisitivo. Especialmente si la inflación es severa. En estos casos, los bancos centrales pueden realizar determinados ajustes con las herramientas que tienen a su alcance para tratar de contener sus efectos o, al menos, minimizar todo lo posible su impacto. La subida de los tipos de interés es una de las medidas que se aplican para frenarla.
Anticiparse a los acontecimientos
Al subir los tipos de interés, se origina una reacción en cadena que comienza con una reducción de la financiación, continúa con un descenso en el consumo y concluye con una merma de la demanda. Con ello se contiene el alza de los precios, pero afectará a todos los elementos de la economía. Incluidas las hipotecas, ya que los tipos determinan la cantidad de intereses que se pagan por los préstamos hipotecarios.
Por esta razón, una buena medida sería anticiparse y modificar la hipoteca ahora que todavía el euríbor se mantiene bajo. Sobre todo, si se está pagando un tipo de interés variable. Adaptarse a una hipoteca fija es una buena solución para protegerse de una más que probable subida de los tipos de interés.
Los intereses, más caros
Al hablar de la subida de los tipos de interés es importante distinguir entre interés fijo o variable. Las hipotecas a tipo fijo no se van a ver afectadas. Todo lo contrario que las variables.
“Todo parece indicar que pagaremos más intereses por el capital que el banco nos ha prestado para comprar nuestra casa”, explica Juan Villén, director de hipotecas de Idealista.
¿Por qué cambiar?
Atendiendo a las circunstancias personales y a las previsiones, lo más recomendable ahora es cambiar de hipoteca variable a hipoteca fija antes de que los tipos de interés suban y se encarezca el préstamo adquirido para la compra de una vivienda.
“Al cambiar una hipoteca de tipo variable a tipo fijo, pagaremos siempre lo mismo que pagamos en el momento del cambio. De esta forma, nos protegemos de posibles futuras subidas, tanto a corto como a largo plazo, aclara Villén.
El proceso
El primer paso que hay que dar es negociar con el banco para cambiar los términos del contrato de la hipoteca variable. Es lo que se conoce como novación de la hipoteca. A partir de esta operación, se renegocia con el banco las condiciones del préstamo para cambiar el tipo de interés por el que pagamos la hipoteca.
Otra posibilidad es la subrogación de la hipoteca. En este caso, se trata de llevar la hipoteca a otro banco y negociar nuevas condiciones. Esta es la mejor opción si el banco con el que se tiene firmado el contrato deniega la novación de la hipoteca o si las condiciones que ofrece son peores que las que se podría conseguir en otras entidades.
El coste
“Hay que tener en cuenta que cambiar de hipoteca variable a fija no es gratis. Tanto si se hace mediante novación o subrogación, en ambos casos debemos pagar una comisión asociada a cada operación”, advierte el ejecutivo de Idealista.
“Hay que tener en cuenta que cambiar de hipoteca variable a fija puede no ser gratis. Tanto si se hace mediante novación o subrogación, en ambos casos debemos prestar atención a los posibles costes asociados a cada operación, aunque la Ley Hipotecaria de 2019 restringe tremendamente el margen de los bancos, a un máximo del 0,15% del importe a cancelar, y eliminando totalmente el coste si la hipoteca tiene más de 3 años”, advierte el ejecutivo de Idealista.
Las ventajas de la subrogación
Si finalmente la opción elegida es la subrogación para pasar de hipoteca variable a hipoteca fija, es indispensable comparar las características de otros productos antes de tomar una decisión.
“No se puede hablar realmente de que haya una mejor o peor hipoteca para hacer la subrogación, sino que dependerá de las características concretas de cada cliente. Es aconsejable solicitar ofertas personalizadas o escoger aquella que mejor se adapte a las condiciones”, recomienda Villén.