Las energías renovables generan una aceptación sin precedentes. Desde que en 2019 el Gobierno aprobó una normativa que facilitaba su expansión, las instalaciones de autoconsumo eléctrico se han multiplicado de forma exponencial. El elevado precio de la luz parece haber dado un nuevo impulso al autoconsumo fotovoltaico compartido, hasta el punto de haber transformado radicalmente el mercado. Es una alternativa más que viable para los consumidores, que pueden aprovechar los beneficios de la energía solar.
Los avances en tecnología fotovoltaica y, sobre todo, su bajo coste, han hecho de este modelo energético un factor capital en la transición energética. Su implantación fomenta la democratización y la descentralización de la producción de energía, a la vez que empuja a los usuarios a un consumo responsable y respetuoso con el medio ambiente.
El consumidor se convierte en “prosumer”
El autoconsumo permite al consumidor participar activamente en el proceso convirtiéndole en un prosumer que autoconsume en sus viviendas la energía generada con los recursos comunitarios. El eje central es el consumidor, que deja de ser un mero espectador para convertirse en el protagonista.
En este sentido, Factorenergia aporta un sistema exclusivo de monitorización y digitalización basado en la tecnología blockchain, que actúa de notario digital, garantizando la trazabilidad entre la producción y el consumo energético y asegurando el origen verde de la energía. Además, permite que el prosumer saque el máximo provecho de la producción de su instalación, con toda la información de su consumo y de la gestión de sus excedentes.
Comunidades energéticas
Factorenergia aplica la tecnología blockchain para interconectar la red eléctrica a distintos edificios con paneles solares. Se trata de un intercambio de información y almacenamiento digital de datos sin necesidad de intermediarios. Maximizar el rendimiento energético, reducir el gasto y mejorar su gestión son los tres vértices en los que se sostiene este sistema.
El autoconsumo compartido y la tecnología blockchain son la clave para crear una comunidad energética. Éstas posibilitan que las empresas, las familias o las comunidades de vecinos gestionen y compartan la energía que generan, maximicen un uso racional e impulsen la sostenibilidad medioambiental.
Beneficio económico para el consumidor
Gracias a la digitalización, estas comunidades energéticas interactuarán en un market place de prosumers que podrán compartir, comprar o vender la electricidad de origen renovable. Combinar autoconsumo y blockchain permite además generar un ingreso pasivo (ahorro) a los propietarios de las instalaciones. Es decir, si un cliente produce más energía de la que consume, lo verá recompensado en la factura eléctrica. Sin olvidar, su mínimo impacto medioambiental al reducir notablemente las emisiones de CO2.
El blockchain permite medir el autoconsumo compartido en la red eléctrica. De este modo, la energía producida en una instalación puede contabilizarse y repartirse entre los diferentes inmuebles que lo forma.
Experiencias en Rubí y Sant Pol
Precisamente, en los últimos meses Factorenergia ha sido pionera en experiencias de autoconsumo compartido en la red entre dos instalaciones de la administración pública. Se trata de la experiencia piloto desplegada en Rubí, en la que la energía generada con placas fotovoltaicas en el Instituto Torrent los Alous se comparte con el Juzgado del municipio. De este modo, la energía generada en la instalación fotovoltaica y que no sea consumida por el Instituto será derivada automáticamente en los juzgados. Así, las dos instalaciones (Instituto y Juzgado) verán reducida su factura energética.
En el ámbito privado, la compañía ha implementado también una instalación pionera de autoconsumo compartido a través de la red en Sant Pol de Mar, en la que se ha interconectado una instalación residencial con un negocio particular con el punto de consumo localizado en un radio de 500 metros del punto de generación.
Revalorización de los inmuebles
El blockchain también facilita las posibilidades de autoconsumo en comunidades de propietarios, donde la tecnología permite un flujo eléctrico transparente entre los vecinos. Factorenergia ha puesto en marcha acciones para potenciar el autoconsumo en comunidades. Ejemplo de ello es el acuerdo con el Grupo SIFU. Ambas empresas ponen a disposición de todos los usuarios una alternativa para la instalación, gestión y mantenimiento de placas fotovoltaicas con una vida útil de más de 30 años. Gracias a esta opción, comunidades de vecinos podrán producir y consumir su propia energía para lograr reducir la factura de la luz entre un 30% y un 50%.
Se trata de un proyecto llave en mano que incluye la instalación, la gestión de ayudas y el mantenimiento anual. También ofrece modelos de financiación flexible, y revaloriza el inmueble, convirtiéndolo en un edificio más eficiente energéticamente. Este modelo supone un ahorro para las comunidades y los consumidores gracias al análisis y al estudio previo de las necesidades de cada inmueble y al diseño específico para cada comunidad de vecinos para preparar un proyecto a medida en función de las características de cada usuario e inmueble.
Opciones de financiación
Para poner en marcha las instalaciones, la propuesta de la compañía abarca desde la instalación financiada, hasta la posibilidad de que Factorenergia asuma el coste de la instalación (PPA). Otras opciones son el pago al contado, donde el cliente obtiene la máxima rentabilidad de su instalación, autoproduciendo su propia energía desde el primer día.
Una de las que mayor aceptación tienen es la financiación hasta 120 meses, donde las cuotas se integran en la factura de la luz y se compensan con el ahorro generado. La otra solución más habitual es la venta de energía. Factorenergia asume el coste de la instalación, de modo que el cliente tendrá suministro de electricidad con un descuento garantizado. Al cabo de unos años, la instalación de autoconsumo pasa a ser propiedad del cliente, que obtiene la electricidad producida a coste cero.
Triplicar las instalaciones de 2020
Factorenergia, que recibe más de 800 solicitudes de presupuesto al mes, tiene como objetivo superar el millar de prosumers. Las solicitudes recibidas en los primeros meses de 2021 suponen más del doble de las del primer semestre del año anterior, impulsadas por las nuevas tarifas eléctricas y se espera cerrar el año con el triple de las realizadas en 2020.
La compañía cuenta con una amplia cartera de tarifas de suministro. Una vez analizados los hábitos de consumo del cliente (curva de carga horaria), lleva a cabo una optimización tarifaria y ofrece aquella tarifa que minimiza el coste económico tras la puesta en marcha de la instalación solar de autoconsumo. Respecto al pago de excedentes, el precio que ofrece es el del mercado mayorista.