De Girona a Europa

El tiempo lo cambia todo. Lo que era una zona de campo es hoy la entrada directa más importante a la Costa Brava. Tras la estela del aeródromo militar de Banyoles, el único que estuvo operativo en la provincia en las décadas posteriores a la guerra civil, el aeropuerto de Girona ocupó su lugar a partir de 1967. Fue inaugurado el 1 de abril tras dos años de construcciones y reformas, y su apertura fue un éxito local rotundo.

En una llanura próxima a la ciudad de Girona los promotores del aeropuerto encontraron una buena oportunidad para levantar las anheladas instalaciones que abrieron la capital del norte de Catalunya a Europa.

La sensación del momento

Hoy en día nadie va a un aeropuerto a no ser que se vaya de viaje, o vaya a recoger o dejar a algún familiar o amigo. Pero en aquella época era distinto. Tras su inauguración, el aeropuerto se convirtió en el lugar de visita de los vecinos de la zona los domingos. La gente acudía en su día libre a ver los aviones y las infraestructuras de última generación y pasaban las mañanas viendo a los operarios trabajar.

Una familia visita las instalaciones del aeropuerto tras el gran éxito de su inauguración

El día de su inauguración, más de 40.000 personas quisieron ver el nuevo aeropuerto y colapsaron todas las entradas por carretera, haciendo que el obispo que debía bendecir las instalaciones quedara atrapado en el tráfico protagonizando la anécdota del día. Aunque todo quedó en eso, pues un motorista se ofreció para llevarlo hasta la terminal dónde le esperaban.

El éxito fue in crescendo y en tres meses el aeropuerto recibió su primer vuelo internacional procedente de Dinamarca, y en 1971 se incluyó en el programa de acondicionamiento para aeropuertos turísticos.

El primer vuelo internacional llegó de Dinamarca en 1967

Impulso Olímpico

1992 fue el año de lo nunca visto. Se pasó de la incertidumbre que generó la década de los 80, marcada por la crisis del petróleo, al éxtasis total gracias a los Juegos Olímpicos. Tras operar sólo vuelos con Madrid, Londres y Palma en la temporada estival, las Olimpiadas del 92 abrieron las puertas de Girona al mundo.

El aeropuerto en la década de los 90.

Barcelona estaba abarrotada y consecuentemente su aeropuerto, El Prat, así que Girona fue la vía alternativa para poder atender la afluencia de visitantes hacia la Ciudad Condal. Los Juegos atrajeron a Girona personajes importantes cómo el hermano del rey de Arabia Saudita o el cantante Elton John, además de nuevos aviones que pusieron a prueba las instalaciones gerundenses.

Nuevas rutas

Una vez pasado el auge de las Olimpiadas, el aeropuerto mantuvo las rutas que ya tenía y amplió algunos servicios privados para generar más afluencia. Pero, sin duda alguna, la llegada de Ryanair fue el empujón definitivo que necesitaba Girona. Con los años de bonanza económica se registraron cifras récord que fueron acompañadas de las reformas constantes en el aeropuerto desde 2002, cuando se remodeló la terminal para pasajeros hasta ahora en una búsqueda constante de mejorar la experiencia de los pasajeros.

El aeropuerto remodeló el interior de la terminal e instaló la 'fachada ventilada' para mejorar la estancia de los pasajeros

El futuro

En Girona saben que el futuro del aeropuerto pasa por atraer a nuevas compañías. Su proximidad a Barcelona y su buena localización, sobre todo en época estival, son los reclamos para un pasajero turista que busque los encantos de la Costa Brava y de Cataluña en un aeropuerto más económico e igual de accesible.

Los actuales señaleros eran conocidos en los 70 como los 'aparcadores' y corrían por las pistas para indicar dónde estacionar los aviones

Con su 50 aniversario, el aeropuerto de Girona apunta a un futuro sólido y alto. Actualmente más de una decena de compañías aéreas operan desde el Aeropuerto de Girona-Costa Brava conectándolo con 54 rutas y se encuentra entre los 10 primeros aeropuertos de España.