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El espíritu navideño comienza a impregnar calles, hogares y conversaciones. Las luces empiezan a encenderse, los escaparates se llenan de propuestas festivas y el calendario nos recuerda que los días más señalados del año están a la vuelta de la esquina. Es en este punto cuando muchas familias empiezan a organizarse para que nada quede al azar: desde la decoración hasta los encuentros con amigos, y por supuesto, la preparación de esas comidas que se convierten en el centro de la celebración. 

Pensar en el menú navideño con cierta antelación no solo facilita la logística, sino que abre la puerta a explorar nuevas ideas culinarias y a recuperar recetas tradicionales que merecen volver a la mesa. Elegir los ingredientes adecuados, comparar opciones y equilibrar sabores puede transformar cualquier reunión en una experiencia memorable. 

El menú navideño de Arguiñano

¡Rico, rico y con fundamento! Así es el menú que nos presenta Karlos Arguiñano para estas Navidades, extraído de su libro Las 560 recetas que nunca fallan.

Explica que en su casa, por estas fechas, nunca falta la ensaladilla rusa con patata, zanahoria, huevo, mayonesa y, si es posible, unas gambitas o langostinos picados.



Después, siempre opta por un buen caldo hecho con un trozo de gallina, dos puerros, dos zanahorias, una cebolla y que, además, hierva durante una hora y media o dos horas. Luego, se cuela y se le añaden unos fideos o un poco de tapioca.

A continuación, recomienda pescado -como la lubina-. Lo que ofrece es comprarlo fresco, meses antes, congelarlo entero y descongelarlo en el frigorífico la víspera de la fiesta: "Lo has comprado a mitad del precio al que está en las Navidades".

Finalmente, nos relata que su postre estrella son las manzanas asadas en el horno, aunque también le encantan las peras al vino tinto con una rama de canela y una cucharadita de azúcar.

Gastronomía de Arguiñano

La gastronomía de Karlos Arguiñano se caracteriza por una cocina casera, tradicional y profundamente ligada al producto de proximidad, especialmente a la del País Vasco. Su estilo apuesta por recetas sencillas, pero bien elaboradas, siempre basadas en ingredientes frescos, de temporada y en técnicas accesibles para cualquier hogar. Arguiñano defiende que la buena cocina no depende de la sofisticación, sino de la calidad del producto, el equilibrio nutricional y el respeto por los sabores naturales. 

Además, su gastronomía se sustenta en una filosofía muy clara: comer bien debe ser saludable, económico y agradable. Esto se refleja en su insistencia en combinar sabor con bienestar (poca grasa, técnicas de cocción suaves, mucha presencia vegetal) y en su cercanía comunicativa, que busca democratizar la cocina. 

Decorar una mesa navideña

Para decorar una mesa navideña de forma armoniosa, lo ideal es escoger primero un estilo y una paleta de colores que marquen el ambiente: desde los clásicos tonos rojos y verdes hasta propuestas más elegantes en dorado o más calmadas en blanco y madera. La vajilla y la cristalería deben coordinar con los colores elegidos, utilizando platos base, copas y cubiertos que aporten un toque festivo sin perder funcionalidad. Las servilletas de tela, dobladas con detalle o acompañadas por un pequeño lazo, elevan la presentación.

El centro de mesa es clave para crear ambiente: una composición con ramas verdes, velas, piñas, frutos rojos o adornos metálicos aporta calidez y un aire tradicional. También, puede añadirse alguna iluminación sutil, como pequeñas velas o luces LED, siempre sin obstaculizar la vista entre comensales. Para completar, se pueden colocar elementos personalizados como tarjetas con el nombre de cada invitado o pequeños detalles decorativos sobre los platos. 

Mesa navideña CANVA

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