El restaurante catalán que visitó Jordi Pujol: comida casera, menú por 48 euros y más de 55 años de historia

Jordi Pujol, expresidente de la Generalitat, saltó las alarmas el pasado sábado tras ser ingresado en la clínica Sagrada Familia de Barcelona por una neumonía e infección pulmonar.

Tras tres noches en el hospital y a las puertas de afrontar el juicio por la fortuna oculta en Andorra, los médicos forenses de los juzgados de Barcelona han concluido que el expresidente no está en condiciones ni de desplazarse hasta Madrid ni de declarar porque no dispone de la capacidad procesal para defenderse.

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Jordi Pujol, a sus 95 años, presenta "un diagnóstico de trastorno neurocognitivo mayor de tipo mixto (de tipo Alzheimer y de tipo vascular)". Asimismo, el informe recoge que el trastorno asocia un deterioro cognitivo moderado, siendo "irreversible, progresivo, evolutivo y sin tratamiento eficaz".

Según recoge Europa Press, el estado anímico de Pujol, que reconoce sufrir problemas de memoria, es "depresivo, con afecto retraído y humor reactivo", verbalizando frustración ante los déficits amnésicos.

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A pesar de su estado de salud, el expresidente desde que dejó la presidencia en 2003 y desveló en 2014 el capital oculto en el extranjero, ha estado desaparecido de los focos. Tan solo se le ha podido ver en apariciones breves, saludando, pero sin discursos políticos, siempre en un segundo plano.

Pero, durante sus años al mando de Cataluña, se le pudo ver disfrutar de varias comidas en restaurantes catalanes junto a otros entes políticos con los que tenía alguna que otra conversación.

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El restaurante que visitó Jordi Pujol

Uno de los restaurantes más destacados que ha visitado Pujol es la Casa Jordi. Una masía típica catalana situada en el corazón de Barcelona convertida en un restaurante de cocina tradicional.

Con más de 55 años de historia, desde aquel 1968 que abrieron las puertas y, desde entonces, no han dejado de trabajar pensando en cómo seguir mejorando día a día.

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Su filosofía se basa en creer “en la cocina de mercado y velamos por que los platos de la carta sean elaborados con productos de nuestra tierra, garantizando así una cocina de calidad”. El objetivo es "pensar que en Casa Jordi se mantienen vigentes los sabores de siempre".

Se caracterizan por servir platos de la tierra que varían según la temporada. Destacan sus propuestas en temporada de setas. Sus clientes son gente local, especialmente vecinos del barrio y cuenta con una excelente bodega.

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Su variada carta tiene precios asequibles que van desde los 8 euros en algunas raciones hasta los 32 euros del chuletón de vaca frisona en las brasas de carbón de encina. Además, ofrece un menú de grupo por 48 euros por persona que incluye entrantes para compartir, un primer plato a elegir entre merluza de palangre al horno, calamarcitos de playa a la plancha con ajo y perejil, hamburguesa de ternera de aldea con cebolla confitada y queso cheddar o fricandó de ternera con moixernons, postre y bebida.

Un restaurante ideal si lo que buscas es sentirte como en casa y deseas comer comida tradicional catalana a una buena relación calidad-precio.