Pepe Rodríguez y torrijas

Pepe Rodríguez y torrijas CG

Gastronomía

La receta de las torrijas de Pepe Rodríguez: "Es recomendable retirar el exceso de aceite para que no queden tan grasosas"

En uno de los programas de 'MasterChef Celebrity', el cocinero compartió con los espectadores que se necesitaba para hacer unas torrijas perfectas

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La gastronomía de Pepe Rodríguez se basa en su arraigo a la tierra manchega, donde creció en el restaurante familiar El Bohío en Illescas (Toledo) y donde aprendió a valorar el producto local y la cocina de casa. Su trabajo se distingue porque mezcla ese origen de tradición con un enfoque contemporáneo; ofreciendo platos que mantienen el sabor de sus raíces, pero con presentación, técnica y sensibilidad modernas.

En su establecimiento culinario, que conserva una estrella Michelin desde 1999, la calidad de las materias primas, la claridad de concepto y la identidad manchega aparecen como pilares fundamentales de cada elaboración.

La receta de Pepe Rodríguez

En una de las entregas de 'MasterChef Celebrity', Pepe Rodríguez compartió con los espectadores qué necesitan para hacer unas torrijas perfectas. Estos son los ingredientes:

  • 1 litro de leche infusionada
  • 1 barra de pan de torrijas.
  • 3 huevos.
  • 0,4 cl de aceite.
  • Azúcar.
  • Canela en polvo.

Para la infusión:

  • 1 litro de leche entera.
  • Ralladura de limón y de naranja.
  • 2 ramas de canela.
  • 1 vaina de vainilla.
  • 100 gr de azúcar.

Para el almíbar:

  • 1 litro de agua.
  • 75 gr de vino blanco.
  • 250 gr de azúcar.
  • Piel de limón y de naranja.
  • 1 rama de canela.
Torrijas

Torrijas CANVA

Primero hay que infusionar la leche, hirviendo todo lo que hemos mencionado en el apartado anterior. Cuando la mezcla está en ebullición, se retira del fuego. En el momento de hacer el almíbar pasa lo mismo, se hierve agua junto a la lista de ingredientes citada y, cuando se obtenga el resultado, se guarda para cuando llegue el momento de utilizarlo.

Después, se van introduciendo las rebanadas de pan de torrijas ya cortadas en la mezcla de la leche infusionada, hasta que queden bien impregnadas de esta última. Entre tanto, se baten unos huevos y se pone una cucharada de la leche infusionada en ellos, y se vuelven a impregnar en la mezcla las torrijas.

Luego, se fríen las torrijas en aceite abundante hasta que estén doradas. Más tarde, se van sacando de una en una y se colocan en papel de cocina absorbente para retirar el exceso de aceite y que no queden tan grasosas. Por último, con el almíbar atemperado, se retira la piel de limón y la de naranja y se empapan bien con la mezcla, hasta que se espolvorea el azúcar y la canela por encima. 

Las torrijas

La historia de las torrijas se remonta a la época del Imperio Romano, cuando el gastrónomo Marco Gavio Apicio ya describía en su obra De re coquinaria una receta que consistía en empapar pan en leche y miel antes de freírlo. Aquella preparación rudimentaria es considerada el antecedente directo de las torrijas actuales. A lo largo de los siglos, la receta viajó y se adaptó a las costumbres de cada región europea, encontrando en la península ibérica un terreno fértil para evolucionar y consolidarse como una tradición propia.

Durante la Edad Media, las torrijas adquirieron un simbolismo religioso. Se convirtieron en un alimento muy popular durante la Cuaresma y la Semana Santa, épocas en las que el consumo de carne estaba prohibido. Su alto valor energético y la sencillez de sus ingredientes las hacían un plato ideal para sobrellevar los días de ayuno. Además, permitían aprovechar el pan sobrante, lo que las vinculó a una cocina humilde, de aprovechamiento y hogar. En los conventos y casas de familia, las monjas y amas de casa las elaboraban con cuidado, aromatizándolas con miel, canela o vino, según la tradición local.

Ya en la Edad Moderna, pasaron de los fogones domésticos a las tabernas y posadas, donde se servían como acompañamiento de vinos dulces. Algunos historiadores sostienen que, incluso, se ofrecían a las mujeres que acababan de dar a luz, por su poder nutritivo y reconstituyente. En el siglo XIX, con el auge de la literatura costumbrista y la prensa popular, las torrijas comenzaron a mencionarse como parte esencial de la gastronomía española, especialmente, en Madrid y Andalucía. Su carácter popular y su sabor casero las convirtieron en símbolo de la cocina tradicional.