Saber dónde comieron pintores, cantantes o actores conecta nuestra experiencia con la suya y activa una mezcla de curiosidad, aspiración y relato. Convierte un restaurante en escenario de historia viva y nos regala una narración que compartir. También, funciona como atajo de confianza en la elección --una especie de sello informal de calidad--, que despierta el efecto del 'yo estuve allí'. Esto da valor emocional a la comida más allá del sabor. En el fondo, se unen el placer gastronómico y la memoria cultural.
El restaurante de Barcelona
Durante sus años jóvenes en Barcelona (1895–1904), Pablo Picasso vivió con su familia en los Pórticos de Xifré, el mismo bloque porticado donde se ubica el 7 Portes: queda a un paso de La Llotja, la escuela en la que estudiaba.
Esa proximidad ayuda a explicar por qué este establecimiento forma parte del 'mapa del pintor' de la ciudad. El Museo Picasso documenta esa primera residencia en los Pórticos, y los medios lo recuerdan entre la clientela histórica del restaurante, junto a artistas como Joan Miró. El propio lugar ha convertido esa memoria en parte de su relato y, de hecho, en el local se señalan mesas vinculadas a clientes ilustres. Incluso hay referencias fotográficas a la 'mesa de Picasso', que los visitantes reconocen hoy como guiño a esa relación.
Lo único que está certificado con nombre y apellidos sobre qué consumió Picasso, en el 7 Portes, son cafés con leche, en la terraza del mismo. Varias crónicas citan el 'libro de cuentas' del local donde quedó constancia de una docena que no llegó a pagar (una anécdota muy repetida por la prensa).
Personalidades famosas
El establecimiento exhibe una magnífica pinacoteca, con litografías además de Miró y Antoni Tàpies, así como un retrato de Fortuny. También, Ramon Casas, Ricard Opisso, Mas Fondevila, Modest y Ricard Urgell, Aurora Altisent y Planas Doria. Todos ellos forman parte de una colección de 400 cuadros, que se exhiben de manera rotatoria en la sala y en los salones del restaurante. Hay que destacar también la presencia de placas conmemorativas de la asistencia de Ava Gardner, Charlton Heston, Federico García Lorca, Miró, Pablo Picasso y Pelé, entre otros.
Gastronomía del 7 Portes
El 7 Portes se define como una institución de la vida barcelonesa: un comedor clásico, con cocina tradicional catalana y mediterránea puesta al día y un fuerte componente cultural (pinacoteca propia y agenda de música y lírica). Su propuesta se presenta como gastronomía adulta, natural y generosa, heredera de casi dos siglos de oficio y de generaciones de clientes ilustres, con especial atención al producto del país.
En la carta destacan arroces y paellas (incluida la célebre Paella Parellada y arroces caldosos), canelones 'de toda la vida', marisco, pescado y carnes. Además de platos de cuchara y de tenedor en peligro de extinción, asados con picada tradicional, fideuà, bacalao a la llauna, tartares y una pastelería de elaboración propia.
La casa mantiene, además, 'La Barra del 7 Portes', un formato más desenfadado de tapas y platillos con iconos del restaurante.
