Imagen de fideua con sepia y cigalas Nestle Cocina
No se visita, se come: este es el delicioso tesoro marinero de la costa catalana
Este plato, que une tradición y sabor, refleja a la perfección el alma de la cocina catalana y mediterránea
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La costa catalana es un lugar donde los sabores del mar se entrelazan con la tradición y la creatividad culinaria. Sus pueblos y ciudades costeras han desarrollado, a lo largo de los siglos, recetas que reflejan la riqueza de sus aguas y la calidad de sus productos locales.
Desde las lonjas hasta las cocinas familiares, cada ingrediente cuenta una historia y cada plato transmite la esencia del Mediterráneo. Preparar y disfrutar la cocina de esta región es sumergirse en un mundo de aromas, texturas y colores que despiertan los sentidos y acercan a la cultura y el patrimonio gastronómico de Cataluña.
Un tesoro marinero de la costa catalana
La fideuà con sepia y cigalas es una joya culinaria originaria de la costa catalana, vinculada especialmente a comarcas como el Baix Ebre, el Montsià o el Baix Maestrat.
Este plato representa la primavera, cuando los guisantes frescos están en su mejor momento, aunque también admite alternativas como guisantes congelados o incluso prescindir de ellos.
Origen e historia de los fideos en Cataluña
La presencia de los fideos en Cataluña se remonta nada menos que al siglo XIV, ya que aparecen en recetarios medievales como el Llibre de Sent Soví.
A lo largo de los siglos, la tradición popular ha reinterpretado recetas clásicas como los fideus a la cassola (fideos con carne y verduras) y los populares fideus rossejats, versiones que adoptan caldos de pescado y marisco y se sirven con alioli.
La fideuà en concreto, cuyo origen se ubica en la Comunidad Valenciana, es una variación parecida a la paella, pero que emplea fideos en lugar de arroz. Con el tiempo, la receta se ha extendido y adaptado a distintas zonas costeras, incorporando ingredientes de temporada y productos propios de la zona.
Ingredientes: sabor auténtico del mar
En esta versión marinera de fideuà, los protagonistas son productos frescos y mediterráneos:
- 360 g de fideos integrales, que aportan una textura firme y un toque más saludable.
- 4 cigalas, mariscos que suman sabor y elegancia al plato.
- 600 g de sepia fresca, limpia y troceada, clave para un sabor profundo a mar.
- 100 g de guisantes, que aportan frescor y color, especialmente si son de temporada.
- Un sofrito intenso de cebolla picada, ajos, tomate maduro, aceite de oliva virgen extra, sal y agua.
- Para culminar, una picada elaborada con almendras tostadas, perejil y azafrán, que concentra el aroma y la esencia mediterránea.
Técnica paso a paso para un resultado perfecto
- Dorar las cigalas en una cazuela con aceite de oliva. Se salan ligeramente y se reservan para evitar que se pasen de cocción.
- En la misma base de aceite, freír la sepia a fuego vivo hasta marcarla bien. Retirarla y reservarla.
- Preparar un sofrito con cebolla, ajos y tomate, cocinando a fuego medio durante unos 30 minutos para que los sabores se concentren y la textura se vuelva melosa.
- Reincorporar la sepia al sofrito, cubrir con agua y, cuando hierva, añadir los fideos y los guisantes. Cocinar unos 10 minutos, procurando mantener un punto caldoso.
- Justo antes de finalizar la cocción, agregar la picada disuelta en un poco de caldo y devolver las cigalas a la cazuela, para que se integren sin perder jugosidad.
- Servir en plato hondo, con el caldo todavía presente, para disfrutar de un bocado intenso y reconfortante.
El encanto de la fideuà marinera
Más que una receta, la fideuà con sepia y cigalas es un plato que encierra siglos de tradición, un vínculo con el mar y con la cultura gastronómica mediterránea.
Así, la combinación de la sepia, firme y jugosa, con las cigalas, delicadas y llenas de sabor, crea un equilibrio perfecto que enamora a cualquier amante del marisco.
El uso de fideos integrales aporta un matiz diferente, con una textura que absorbe el caldo y concentra el sabor del sofrito y de la picada. Los guisantes, por su parte, aportan un toque de frescura y color, elevando el resultado final.
Consejos para disfrutarla todo el año
Aunque esta receta es especialmente típica en primavera, cuando los guisantes frescos están en su punto, se puede preparar en cualquier momento del año. Si no hay guisantes de temporada, los congelados funcionan muy bien, y si se busca una versión más sencilla, se pueden omitir sin que el plato pierda su esencia.
En cuanto al marisco, la frescura es clave: unas buenas cigalas y una sepia recién pescada marcarán la diferencia. También se puede sustituir la sepia por calamar o añadir otros mariscos como gambas o mejillones para personalizar la receta.
Un plato que une tradición y sabor
Este es un plato que combina técnicas tradicionales con ingredientes sencillos pero de calidad, y que refleja a la perfección el alma de la cocina catalana y mediterránea.
Cada cucharada ofrece un viaje sensorial: el perfume del azafrán, la intensidad del sofrito, el dulzor de los guisantes y la profundidad del sabor marino. Un equilibrio que ha mantenido a la fideuà como protagonista de celebraciones, reuniones y días especiales, y que no deja de reunir a todos en torno a la mesa.
