Idílico restaurante en Cataluña con vistas al Mediterráneo

Idílico restaurante en Cataluña con vistas al Mediterráneo Corona Sunset Spots

Gastronomía

No lo sabías: este es el restaurante mediterráneo en Cataluña con mejores vistas al mar: "Uno de los sunset spots más increíbles de España"

Un establecimiento, suspendido frente a un acantilado rodeado de pinos, donde los mejores atardeceres y la cocina mediterránea crean una experiencia única

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Cuando uno piensa en la Costa Brava, imagina calas escondidas, aguas cristalinas y pueblos blancos llenos de encanto. Pero hay un rincón que suma a todo eso un ingrediente imprescindible: una propuesta gastronómica que quita el aliento.

Se trata de un restaurante que se alza como un balcón sobre el mar en Begur, donde la cocina mediterránea se saborea con el sol cayendo en el horizonte.

Este no es un sitio cualquiera: su singular ubicación —literalmente sobre un acantilado rodeado de vegetación— hace que comer aquí sea una experiencia sensorial completa. Pero el entorno no lo es todo.

La clave, en este caso, también reside en su carta: productos locales frescos, técnica sin pretensiones y un respeto absoluto por la materia prima.

Una carta que habla el idioma del Mediterráneo

En Cap Sa Sal no hay artificios: la cocina es de calidad, real y sabrosa. Cada plato está pensado para realzar el sabor original del producto. Desde sus arroces —estrella de la casa— hasta las brasas, las ensaladas frescas o sus postres de autor.

Así, entre la gran variedad que brinda a sus comensales, algunos imprescindibles son:

  • Tataki de atún “Belfagó” sobre cama de verduras en el wok.

  • Tartar de gamba de Palamós con alioli y mayonesa cítrica.

  • Burrata con tomate ecológico, piñones y vinagreta de miel y mostaza.

  • Arroz de gamba en texturas.

  • Tarta de queso con coulis de frutos rojos.

Todo maridado con una cuidada selección de vinos locales, nacionales e internacionales, y cócteles frescos para acompañar la famosa golden hour y disfrutar del atardecer.

Experiencia completa: comer, mirar, disfrutar

El restaurante forma parte de un antiguo hotel reformado que conserva el alma de la Costa Brava clásica. Su terraza escalonada entre árboles y roca convierte cada mesa en un mirador privado.

No hay música artificial: solo el sonido de las olas, las copas chocando suavemente y el murmullo de los comensales que bajan la voz, como si no quisieran romper el hechizo.

Venir aquí no solo implica cenar bien. Es una forma de celebrar algo: una fecha especial, un reencuentro, o simplemente el privilegio de estar vivo en uno de los lugares más bellos de la región.

Además, este establecimiento único marca la diferencia también por posicionarse como uno de los mejores sunset spots de España. Así lo ha recogido la primera guía española que recopila los mejores atardeceres, la cual ha sido elaborada por la marca de cerveza Corona, así como por influencers y deportistas de élite.

Para muchos ese momento en el que se puede apreciar la golder hour es el mejor del día, perfecto para relajarse, deconectar del entorno y simplemente disfrutar de las hermosas vistas que la propia naturaleza nos ofrece.

Cocina que respira mar y memoria

Hay algo profundamente emocional en los sabores que propone Cap Sa Sal. Más allá de limitarse a ser solo cocina mediterránea al uso, resulta una reinterpretación honesta del recetario de costa, con matices contemporáneos pero sin perder el vínculo con lo esencial.

Aquí, el chef en lugar de pretender sorprender con espuma o humo, busca emocionar con un buen fondo de pescado, un sofrito lento o una gamba marcada con precisión.

Uno de los secretos mejor guardados del lugar es su uso del producto de temporada. En otoño, los platos giran hacia setas y guisos de cuchara con pescado azul; en primavera, los vegetales del Empordà ganan protagonismo. Y es que la carta no es estática: respira con el calendario y eso hace que volver tenga siempre sentido.

Además, el equipo de cocina mantiene relaciones directas con productores locales, lo que garantiza frescura, trazabilidad y una cocina coherente con su entorno. Ese respeto por el producto no es postureo, es la columna vertebral del proyecto.

En Cap Sa Sal, el mar, además de verse, se huele en la cocina, se observa en los platos y, sobre todo, se saborea en cada bocado. Una experiencia pensada no solo para el paladar, sino para el recuerdo.

Datos prácticos a tener en cuenta

  • Reservar con antelación, especialmente en verano. Las mesas de la terraza se agotan rápido.
  • Ideal para comidas largas al atardecer o cenas íntimas.
  • Precio medio por persona: entre 40 y 60 euros.
  • Acceso sencillo en coche (parking disponible).

Futuro sabroso y sostenible

Cap Sa Sal apuesta cada vez más por el producto de proximidad y las prácticas responsables. Las verduras vienen de huertos del Empordà, los pescados de lonjas locales y el pan artesano se elabora en hornos de la zona.

Esta mirada a lo local, lejos de ser una moda, supone una manera de entender la cocina como una forma de preservar el entorno que la inspira.

El establecimiento además de haber sido elegido como uno de los mejores lugares para ver el atardecer en Cataluña, también representa un modelo de gastronomía elegante y sin artificio. Este se integra en el paisaje sin robarle protagonismo, pero sí añadiendo sabor. Porque aquí, las vistas alimentan el alma, y el plato, el corazón.