No es el fuet, este es el embutido más desconocido de Cataluña: su origen se remonta a la Edad Media

Disfrutamos del embutido como pocos placeres gastronómicos: su sabor intenso, la textura jugosa y el aroma que se despliega al cortarlo hacen que cada loncha sea una experiencia. Además de deleitarnos, aportan proteínas de alta calidad esenciales para la regeneración muscular y el sistema inmunitario.
En particular, los embutidos ibéricos contienen grasas monoinsaturadas --como el ácido oleico-- beneficiosas para el corazón, ayudando a reducir el colesterol malo y a elevar el bueno. También, son fuente de vitaminas del grupo B (como B1, B3, B12) y minerales como hierro, zinc, fósforo y magnesio, que apoyan el metabolismo, la función cerebral y la salud ósea. Por si fuera poco, la curación natural de muchos de ellos promueve la formación de antioxidantes que protegen nuestras células.

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El desconocido embutido catalán

La girella es un embutido catalán que pocos conocen, pero cuya historia y sabor lo convierten en una auténtica joya gastronómica. Originaria de la zona de los Pirineos, especialmente, en comarcas como el Pallars Jussà, el Pallars Sobirà y el Alt Urgell, pero principalmente de la Ribagorça. Se elabora, principalmente, con carne de cordero y está profundamente arraigado a la tradición pastoral de la región. En tiempos antiguos, cuando los recursos eran escasos y cada parte del animal se aprovechaba al máximo, surgió como una forma de conservar la carne y aprovechar los subproductos del cordero.

El origen de la girella se remonta a la Edad Media, cuando la conservación de alimentos y el aprovechamiento de cada recurso disponible era crucial para la subsistencia. A lo largo de los siglos, ha sobrevivido en las cocinas de las familias catalanas de montaña, pasando de generación en generación como parte de la herencia cultural.

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Es el plato principal de la Confraria de Sant Sebastià del Pont de Suert donde se celebra, en el mes de octubre, la Feria de la girella. Un evento con demostraciones, en directo, del proceso de elaboración de este producto, con jornadas técnicas y degustaciones para el público. En la comarca se elabora y se puede adquirir en diversas carnicerías y en varios establecimientos de restauración, que lo han incorporado como plato para desayunos, entrantes o con elaboraciones más originales como croquetas de girella o hamburguesas de girella, entre otros.

Girella CATALUNYA M'AGRADA

Elaboración de la girella

Además, tiene una receta singular que la distingue de otros embutidos. Aunque cada zona o familia pueda tener su propia versión, los ingredientes principales suelen ser carne de cordero, hígado y otros despojos del mismo animal, mezclados con arroz o pan. La mezcla se adereza con especias como el perejil, el ajo, la pimienta, y en algunas variantes, canela y anís. Una vez lista, se embute en una tripa natural y se cuece a baja temperatura para conseguir su característico sabor y textura.

La presencia del arroz y el cordero lo convierten en un producto sustancioso y nutritivo, algo muy valorado en las zonas montañosas, donde las comidas debían aportar la energía suficiente para soportar las duras condiciones climáticas. Su sabor es suave, con un toque de especias, que resalta el sabor del cordero, y su textura es tierna, gracias al arroz que absorbe los jugos durante la cocción.

En comparación con el fuet, nacen de una misma raíz cultural en Cataluña, ya que la tradición familiar de la charcutería rural es la transmitida de generación en generación. Y ambos utilizan tripas naturales para embutirse, reflejando un saber ancestral, aunque sus ingredientes y técnicas varíen notablemente.

Fuet CANVA