
Carme Ruscalleda
Carme Ruscalleda, alto y claro sobre su paso por la alta cocina: "Me han dicho que lo he tenido fácil porque hacía gracia por ser mujer"
Una de las grandes chefs de nuestro país se sincera sobre su experiencia, a lo largo de todos estos años, sobre su veteranía en la gastronomía
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Carme Ruscalleda ha construido una gastronomía única basada en la tradición catalana y el producto de proximidad, complementada con toques innovadores que combinan técnica y creatividad. Su cocina es clara, fresca y sana, sin excesos de grasa, usando pescados y verduras de temporada para crear platos que son, a la vez, visualmente cautivadores y saludables. Ha trabajado con productos locales, incorporando influencias internacionales, especialmente de Japón. Lo que se refleja en preparaciones híbridas como el "dashi de romesco" o el uso de kombu, impactando en equilibrio entre raíces y modernidad.
Su discurso gastronómico va más allá del sabor: pretende emocionar y transmitir un mensaje cultural. Para Ruscalleda, comer "es un discurso ordenado como una sinfonía" que conecta con la memoria y el entorno.
Las declaraciones de Carme Ruscalleda
Mientras que la cocina ha sido históricamente sostenida por mujeres, pocas chefs han conseguido llegar a lo más alto de la gastronomía. Ruscalleda asegura que el esfuerzo y la exigencia, que ha necesitado, han sido igual de pesados que si hubiese sido un hombre, aunque no siempre se lo han reconocido. Así lo expresó en una entrevista a RTVE: "Alguna vez me han dicho que lo he tenido fácil porque hacía gracia por ser mujer". Y ante esto, ha sido contundente: “Nuestro equipo espera lo mismo de mí que si fuera un hombre, tengo los mismos costes y pago los mismos impuestos. Por tanto, no nos encasillen. Estamos aquí y hemos venido para quedarnos”.
Ruscalleda se siente orgullosa de todas las mujeres que, como dice: “Han cocinado porque tocaba cocinar, no porque sintieran placer cocinando”. A ellas, asegura, les debemos toda la herencia culinaria de la que podemos disfrutar hoy. También admite sentirse muy feliz por las nuevas generaciones de mujeres: “Nos hemos liberado de, cuando nace una niña, cargarle con una mochila social de cuidar de su marido, de su familia y de la casa”.
Después de superar con creces sus propias expectativas en el mundo de la alta cocina, lo que ahora apasiona a Carme Ruscalleda es la divulgación. Tiene en marcha varios proyectos para difundir conocimiento sobre gastronomía y, confiesa, que su gran ilusión es conseguir implantar en los colegios material curricular sobre cocina y nutrición. “Hay que conocer la historia de la alimentación para saber por qué comemos de esta forma y qué necesitamos comer para tener salud”, afirma.

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