Ir a los restaurantes frecuentados por famosos tiene algo de mágico. No solo se trata de probar una buena comida, sino de vivir por un rato esa chispa de exclusividad y glamour que parece reservada para otro mundo. Cruzar la puerta de uno de esos locales es entrar en una atmósfera donde el diseño, la atención y el ambiente están pensados al detalle.
Más allá del brillo superficial, estos lugares suelen cuidar lo más importante: el sabor, la calidad y una experiencia difícil de olvidar. Comer no solo es saborear un pedacito de ese universo, sino degustar platos exclusivos.
El restaurante del Priorat
El Restaurante Brots es toda una sorpresa gastronómica escondida en un pueblecito del Priorat, en Tarragona, ubicado entre montañas y rodeado de viñedos. El chef Pieter Truyts, formado en restaurantes con Estrellas Michelin, encontró en esta tranquila localidad la posibilidad de cocinar desde el corazón y desarrollar una cocina creativa sumamente interesante. Exalta los mejores productos locales de temporada y demuestra que tiene un don, tanto para mezclarlos como para potenciar su sabor. La propuesta, con una pequeña carta de tinte moderno y base tradicional, se apoya en dos menús (Arrels y Brots).
Brots quiere hacer referencia a todas las historias y personas, que hacen de este sueño, una realidad y que –como los peces- nadan contra la corriente si es necesario, en situaciones difíciles: con ilusión y tenacidad. Solamente hay que observar las viñas que nos rodean y que, después de un largo y duro invierno, siempre nos saludan con un nuevo brote en cuanto llega la primavera.