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Los bombones nos gustan tanto debido a una combinación de factores sensoriales y emocionales. El chocolate, base de muchos de ellos, libera sustancias que generan sensaciones de placer y bienestar, mientras que su dulzura y textura crean una experiencia agradable al paladar. Además, su consumo está vinculado a momentos de recompensa o celebración, lo que refuerza la conexión emocional positiva.

La variedad de sabores y la sorpresa que ofrecen al probar, diferentes rellenos, hacen que la experiencia sea divertida y su presentación aún más atractiva. Todo esto, sumado a su capacidad para liberar dopamina, ya que comer bombones es una fuente de placer y bienestar, tanto físico como emocional.

El mejor bombón de Sabadell

La Pastelería Mimpi de Sabadell ha quedado finalista en el Premio al Mejor Bombón Artesano de España. Su propietaria, Cristina Ramón, abrió el establecimiento hace apenas cuatro meses y ya tiene el primer reconocimiento de la crítica.

Varios vecinos que pasean, estos días, por la calle de l'Advocat Cirera se detienen en el establecimiento, alertados por un cartel en el escaparate que anuncia la venta de uno de estos bombones. 

El bombón ganador es de miel y requesón, con relleno de nueces y un claro espíritu catalán. En una entrevista, Cristina afirmó que: "Es un plato típico de la tierra, pero en forma de bombón. Y lo desarrollamos a partir de esta idea" La creación culinaria se presentó en un concurso que se celebra cada dos años organizado por Dulcypas, revista gastronómica reconocida en el sector. Quedó entre los 34 finalistas de más de 130 participantes.

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