El plato típico catalán ideal para comer en Año Nuevo: símbolo de prosperidad, abundancia y buena fortuna
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A todos nos gusta recibir el Año Nuevo con suerte, por eso os ofrecemos un plato rico como las lentejas, un alimento lleno de simbolismo y tradición. Recomendamos una receta tan especial como deliciosa y cargada de energía para que comiences el año con el pie derecho. Están cocinadas a fuego lento, con ingredientes frescos y con especias que realzan su sabor: es el plato perfecto para compartir con tus seres queridos en esta ocasión tan especial.
Sabemos que el comienzo de un nuevo año es como un lienzo en blanco, lleno de posibilidades y sueños por cumplir. Es el momento para reflexionar sobre lo vivido, aprender de las experiencias pasadas y establecer nuevas metas que nos acerquen a nuestra mejor versión.
¿Por qué se comen lentejas en Año Nuevo?
Las lentejas no solo son un alimento básico en muchas cocinas del mundo; también son un símbolo de prosperidad y abundancia. Esta creencia se remonta a la Antigua Roma y en algunas tradiciones orientales, donde estas legumbres se consideraban un alimento que traía buena suerte y éxito financiero debido a su durabilidad, valor nutritivo y capacidad para crecer, incluso, en condiciones difíciles.
El hecho de que sean una fuente de proteínas y nutrientes importantes para la dieta diaria, las ha convertido en un símbolo de abundancia. Por esta razón, han llegado a ser protagonistas de varios rituales el día 1 de enero.
Cada lenteja que se utiliza en el ritual se considera una representación de una moneda y su conjunto simboliza el dinero que se desea recibir a lo largo del año.
Por lo tanto, quienes lo practican lo hacen con la intención de garantizar que el nuevo año esté lleno de oportunidades económicas, abundancia material y buena suerte en los negocios o finanzas personales.
Lentejas a la catalana
Sabemos que hay muchas y muy variadas recetas de las lentejas, pero esta receta tiene el toque catalán. Primero, para ello obtendremos estos ingredientes:
- 2 botes de lentejas al natural cocidas.
- 200 gr de butifarra negra.
- 100 g de tocino entreverado.
- 1 pastilla de caldo de verduras.
- 4 cucharadas de aceite.
- 1 cucharada de pan rallado.
- 1 cebolla.
- 1 diente de ajo.
- 1 cucharadita de pimentón.
- Sal.
- Pimienta.
- Patatas fritas a cuadraditos.
Batir los huevos en un bol, añadir la leche o nata líquida, el perejil picado y la sal, añadir los espárragos y el bacon y hacerlos durante 1 o 2 minutos al 75% de potencia en el microondas.
Sacar el bol, batir con fuerza y volver a introducirlo 1 o 2 minutos más, sacarlo y batir cuantas veces sea necesario. Servir sobre el pan tostado con el tomate.
Propiedades de las lentejas
Las lentejas, como otras legumbres, aportan unas buenas dosis de proteínas y fibra, así como una gran variedad de minerales, algunos en cantidades muy superiores a otros alimentos. Esta composición nutricional la convierte en un alimento con numerosas propiedades para la salud y con un bajo aporte calórico, por lo que resulta más ligera de lo que se suele pensar.
Estos son sus beneficios:
Tienen pocas calorías y muy nutritivas: carecen casi totalmente de grasas, por lo que, al contrario de lo que a veces se cree, son un alimento ligero que aporta solo 250 calorías por plato.
Apropiadas para menús de control de peso: cocinadas de forma sencilla, como en estofados de verduras o en ensalada, pueden ser la base de menús muy nutritivos y sabrosos.
Protegen el sistema nervioso: tienen beneficios debido a su contenido en vitaminas del grupo B, en especial la B1, B2, B5, B6 y ácido fólico. Con la cocción se pierde parte de su aporte, pero si se toman germinadas se ve incrementado.
Antianémicas: la riqueza en hierro de las lentejas justifica su indicación en caso de deficiencia de hierro.
Colesterol bajo control: la fibra soluble e insoluble de las lentejas (un 10% de su peso) absorbe el colesterol y evita que llegue al flujo sanguíneo.
Además, contienen fitatos y antioxidantes con efecto anticolesterolemiante, mejorando el metabolismo celular y la utilización de ácidos grasos como fuente de energía para la célula.
Como dice el dicho: lentejas, si quieres las comes y si no, las dejas.