Hay ingredientes que, aunque simples o poco conocidos, tienen la capacidad de darle a un plato un toque especial que lo distingue del resto. A menudo, son esos pequeños detalles los que transforman una receta común en algo increíble, despertando sensaciones y evocando emociones en quien lo prueba.
Algunos de estos ingredientes son especias poco utilizadas en la cocina diaria, como el azafrán, que aporta un color dorado y un sabor sutilmente floral a los arroces, o el cardamomo, que con su frescura y toque anisado puede elevar un postre o una bebida, llevándola a una nueva dimensión. Por ejemplo, la pimienta rosa, suave y ligeramente dulce, tiene la capacidad de hacer resaltar sabores en platos salados sin dominar, añadiendo un toque de sofisticación.
El alimento secreto para los platos
¿Y si te decimos que uno de los ingredientes secretos puede ser el jamón serrano? Delicioso, fácil y con muy buen sabor. ¿Quieres saber cuáles son sus propiedades nutricionales? ¡Atentos! Contiene hierro, magnesio, cinc, fósforo, calcio y es rico en vitamina B1, pero también aporta vitamina B2, B3, B6 y trazas de vitamina D. El elevado aporte de vitamina B1 del jamón serrano hace que su consumo contribuya a superar y prevenir situaciones de depresión o estrés.
Además, es un alimento que comparte ciertas propiedades nutricionales con el aceite de oliva, dada la naturaleza de sus lípidos: casi la mitad de las grasas del jamón serrano son insaturadas y el ácido graso principal es el ácido oleico.
Los beneficios de comer jamón
Por eso, consumir habitualmente jamón serrano ayuda a mejorar el nivel del colesterol considerado malo (LDL) y, el otro, el que los expertos indican como bueno (HDL). Asimismo, el aporte de vitamina B2, también, tiene efectos positivos en el nivel de colesterol de tipo plasmático.
También, es un alimento con fácil digestibilidad por su reducida presencia de colágeno, ya que durante el proceso de maduración del mismo tiene lugar una reacción química en la que interviene la acción de las peptidasas. Estas son las encargadas de romper los enlaces de las proteínas, que dan lugar a los aminoácidos -que son asimilados con mayor facilidad por parte de nuestro organismo-.
Es ideal para pacientes que se recuperan de una intervención quirúrgica y para personas que tienen dificultades digestivas.
Receta de judías verdes con jamón
Una vez investigadas las propiedades nutricionales del jamón y ver que, realmente, es un alimento sano, os dejamos una receta fácil: judías verdes con jamón. ¡Disfruta de este alimento de una manera diferente y saludable!
Ingredientes:
- 500 gramos de judía verde.
- 1 cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- 100 gramos de jamón serrano.
- Vinagre de vino.
- Aceite de oliva.
- Sal.
Para su elaboración solo necesitas seguir los siguientes pasos:
Lava bien las judías verdes, corta las puntas y trocéalas. Pon en el fuego en una olla con agua y echa una cucharada de sal. Lleva a ebullición y cuando hierva el agua, echa las judías y cuécelas durante 20 minutos. Después, retíralas del fuego y cuélalas.
Pela y corta la cebolla a juliana y pela y pica los ajos. Calienta una sartén con dos cucharadas de aceite y echa los ajos picados. Sofríelo solo un minuto para que no se queme. Cuando empiece a dorarse, incorpora la cebolla en juliana y sofríelo todo junto unos 3 o 4 minutos más.
Después, corta las lonchas de jamón serrano a tiras no demasiado finas. Añade la cebolla y sofríelo, todo junto, un par de minutos aproximadamente.
Por último, añade las judías bien escurridas y echa un chorrito de vinagre. Rehógalo todo junto durante unos 3 minutos. Después, corrige de sal si fuera necesario y sirve.