La escena gastronómica en Cataluña siempre está en constante evolución. Más allá de los Soles o las Estrellas Michelin, los restaurantes de toda la vida siguen y la tradición culinaria progresa con nuevos locales que intentan dejar su huella en un mercado competitivo.
Sin embargo, son pocos los que logran captar la atención y el cariño del público como lo hacen algunos. Desde que abriera sus puertas hace dos años, la Celleteca Cal Bayó, un restaurante ubicado en Santa Margarida i els Monjos (Barcelona) capta la atención de los foddies, por su comida y por un espacio que te hace viajar hasta el siglo XIX.
Cómo es el restaurante
Y es que su decoración y su ubicación, crean un ambiente único que lo convierte en un destino imprescindible para los amantes de la buena mesa. Sus paredes de piedra, sus botas de vino a la vista, un mobiliario de madera robusto y una chimenea añaden calidez al espacio.
Su atmósfera familiar y el servicio amable del personal hacen que cada comensal se sienta como en casa, ya sea para una cena íntima o una celebración especial. Todo ello convierte a este restaurante en un refugio gastronómico que combina la tradición con la innovación.
Platos estrella
Desde su apertura, y a pesar de su última polémica en el programa de TV3 Joc de cartes, este local rústico pero elegante se ha consolidado como un lugar donde la historia y la modernidad se entrelazan. Ubicado entre viñedos, ofrece un entorno idílico que invita a desconectar del ajetreo cotidiano y disfrutar de una experiencia gastronómica auténtica.
El menú de la Celleteca Cal Bayó es una oda a la gastronomía catalana. Con productos frescos provenientes del Delta del Ebro, el Montsià y los campos del sur de Cataluña, su oferta combina lo mejor del mar y la tierra. Entre sus platos más destacados se encuentran la paella de marisco, el cordero asado al estilo tradicional y la irresistible crema catalana como broche final.
Qué comer
Su carta incluye opciones para todos los gustos, desde platos vegetarianos y veganos hasta creaciones de cocina de autor. Todo ello con un enfoque en el uso de ingredientes locales y una preparación que rescata el "chup-chup", ese método de cocción lenta que permite que los sabores se impregnen en cada bocado.
Entre los primeros platos, destacan propuestas que elevan los productos de temporada, como las flores de calabacín rellenas de brandada de bacalao o la coca de sardina ahumada con pera laminada. También hay opciones clásicas reinterpretadas, como el canelón de carne asada con bechamel de setas o las vieiras al horno acompañadas de una mermelada de ñora.
Carta de postres
En los platos principales, se encuentran elaboraciones sofisticadas como el magret de pato cocido a baja temperatura con una salsa de fruta de la pasión, o el salmonete sin espinas servido con una emulsión de patata y suquet de gambas. Los amantes de la carne y el pescado podrán disfrutar de recetas cuidadosamente trabajadas, donde el sabor y la textura son protagonistas.
Para cerrar la experiencia, la sección de postres ofrece dulces innovadores como un tiramisú con espuma de mascarpone y Baileys, o el emblemático "pa amb xocolata", que combina pan de vino, helado de aceite de oliva y chocolate caliente, reinventando un clásico de la gastronomía catalana.
Abierto a eventos
Pero la Celleteca Cal Bayó no se limita a servir comida; también organiza eventos temáticos y actividades para enriquecer la experiencia de sus visitantes. Los fines de semana, las catas de vino y maridajes son protagonistas, ofreciendo a los asistentes la oportunidad de degustar los mejores caldos de la región junto a platos diseñados para resaltar sus características.
En los meses más fríos, este restaurante se transforma en un refugio acogedor, ideal para disfrutar de su cocina casera mientras se contempla el paisaje de viñedos que lo rodea. Además, su compromiso con la calidad y la sostenibilidad se refleja en cada detalle, desde la elección de los productos hasta el cuidado con el que se preparan sus platos.
Cómo llegar
Para llegar a la Celleteca Cal Bayó en coche desde Barcelona, se va por la AP-7 en dirección sur hasta tomar la salida 30 hacia Vilafranca del Penedès. Luego, se trata de las indicaciones hacia Sant Pere de Riudebitlles y La Ràpita. El trayecto no supera los 50 minutos.
En transporte público se puede llegar, pero es más difícil. La línea R4 de Rodalies lllega hasta Vilafranca del Penedès. Desde allí, es necesario tomar un taxi o un autobús local para llegar a La Ràpita, lo que puede añadir unos 15-20 minutos adicionales al viaje de otros 50 minutos..
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