Los mejores caracoles a la llauna se comen en un hostal que tiene más de 100 años de historia: a un paso de Girona
- Cocina mediterránea a buen precio, legado de cuatro generaciones familiares
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Los hostales con buenos restaurantes ofrecen una experiencia única que combina comodidad, buena comida y un ambiente acogedor en un solo lugar. Este tipo de establecimientos no solo brindan alojamiento de calidad, sino que también destacan por sus ofertas gastronómicas, que a menudo reflejan la cultura local y los productos autóctonos. Ya sea en un pequeño pueblo o en una ciudad, muchos hostales apuestan por ofrecer platos caseros, con recetas tradicionales que utilizan ingredientes frescos y de proximidad. Esta combinación de buen comer y descanso convierte al hostal en un destino ideal para quienes buscan disfrutar de la gastronomía sin tener que salir de su alojamiento.
El restaurante Can Pou
Aquí, en la Fonda Can Pou, cocinan como en los viejos tiempos. Sus platos son esos que te recordarán a las comidas de la abuela, llenas de sabor y con ese toque especial que solo el cariño puede dar. Eligen lo mejor de cada temporada porque les gusta lo fresco y natural. Así que esperan que te sientas como en familia.
Su cocina es un paseo por Girona: desde el pescadito más fresco, recién traído de la Costa Brava, hasta las carnes más jugosas que tanto gustan. Y no te puedes perder sus arroces y paellas, que son una fiesta para el paladar. Ah, y si te apetece una copita, tienen unos vinos y cavas que te van a encantar. Tanto si prefieres disfrutar de unos rincones acogedores o si prefieras disfrutar, al aire libre, en la terraza, pasarás un momento muy agradable.
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Historia de 100 años
La Fonda Can Pou, se encuentra en Vidreres -Barcelona- desde hace más de 100 años, por eso es mucho más que un establecimiento: es un testimonio vivo de la historia y de la cultura de nuestra región. Se inició como una humilde fonda familiar, que ha visto pasar generaciones enteras de huéspedes y visitantes, convirtiéndose así en un referente de la hospitalidad gerundense.
Hoy, a pesar de los cambios y evoluciones de la sociedad, la Fonda mantiene viva la esencia con la que fue fundada, gracias a la cuarta generación de su familia, que con orgullo y respeto por la tradición, sigue gestionando este rincón único. Su historia está llena de anécdotas, desde las visitas de ilustres de personajes hasta los momentos familiares más tiernos. Todos ellos son parte del alma que se respira dentro de las paredes de la Fonda Can Pou.
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Opiniones de los clientes
Algunas de las opiniones que hay en TripAdvisor son estas:
"Comida excelente y trato familiar, muy recomendable. Sin duda alguna, un lugar para repetir y disfrutar de una experiencia culinaria única. La atención al detalle y el sabor de cada plato son dignos de destacar. Tienes unos caracoles a la llauna espectaculares. El ambiente acogedor te hace sentir como en casa. ¡Una joya gastronómica que no te puedes perder!".
"Es el restaurante al que vamos a comer siempre que estamos por Vidreres, hay dos salones con comedor grande y espacioso con suficiente luz. La atención y el servicio son bastante buenos".
"El menú es de calidad con primer plato, segundo y postre con agua, vino y pan. Tiene una cocina que te lo sirven todo caliente y en su punto. Lo mejor los caracoles a la llauna. Para mí el precio de 20 euros del menú es razonable aunque, si vas en fin de semana, tienes que comer a la carta; que también está muy bien, pero te sale un poco más caro. Son amables y cordiales en el servicio y tiene el parking justo al lado que es gratis".
"Como siempre en Can Pou hemos encontrado un trato excelente y de muy buena calidad en su cocina. Hemos degustado, de primero, calamares a la romana y caracoles a la llauna, excelentes. Los segundos fueron el clásico y delicioso pato con peras (plato estrella de la casa) y pies de cerdo con caracoles; extraordinario y muy bien guisado. Los postres: sorbete de Mango y tarta de queso, insuperable y muy bien presentado. ¡Un placer!".